Las declaraciones que aún persiguen a la Canciller

El refrán que dice que "las palabras se las lleva el viento" no es aplicable a Isabel Saint Malo de Alvarado.

Sus señalamientos en el programa "Cara a Cara", emitido en RPC  Televisión en enero del presente año, han rebotado con dureza sobre la imagen de la Canciller panameña, tras la salida de los diarios del Grupo GESE de la Lista Clinton el pasado 23 de octubre.

En aquella entrevista, Saint Malo de Alvarado, también vicepresidenta a la República, consideró que si el Gobierno de Panamá asumía una posición de defensa del empresario Abdul Waked "comprometería la imagen del país".

"Esta Canciller no va a ir a los Estados Unidos a decir, exijo que saquen al señor Waked de la Lista Clinton. No lo voy a hacer. Al que no le gusta, lo lamento mucho, porque hacerlo pondría en riesgo la reputación de la República de Panamá", fueron los términos en los que la Canciller se expresó públicamente sobre el asunto.

Días antes de sus señalamientos,  la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos (OFAC) había extendido por seis meses una licencia concedida al Grupo Editorial GESE, propiedad de Waked, cuyos diarios La Estrella de Panamá y El Siglo estaban afrontando un cierre definitivo.

La licencia venció, y ambos medios impresos se acogieron a extremas medidas para tratar de sostener su operación, que incluyeron una serie de ajustes para continuar adelante.

El pasado 23 de octubre, luego que la fiscalía estadounidense comprobó que Nidal Waked no tiene vínculo alguno que operaciones de lavado de dinero producto del narcotráfico, se anunció el desbloqueo del Grupo GESE y su salida de la Lista Clinton, mediante la cesión del 51% de la propiedad del grupo a la Fundación Publicando Historias, la cual en adelante tendrá a su cargo la administración de los dos periódicos.

Recientemente, Saint Malo de Alvarado trató de mostrar otra actitud, al ser cuestionada sobre la decisión de la OFAC en torno al Grupo GESE.

"Es una gran noticia para Panamá, nos alegramos muchísimo", declaró en el marco de la apertura de un programa para mujeres líderes emergentes del sector público.

Sin embargo, aquellos señalamientos de enero de 2017 lucen hoy como una postura incongruente, siendo cuestionada por la inacción mostrada en ese momento ante una situación que puso en riesgo la integridad de un número plural de panameños.