BDA, en la mira de Mulino; productores temen otro golpe al agro

Actualizado
  • 28/02/2025 00:00
Creado
  • 27/02/2025 18:37
El presidente, José Raúl Mulino, confirmó que se evalúa eliminar el Banco de Desarrollo Agropecuario y pasar su cartera al Banco Nacional. Productores piden revisar la claridad en el proceso, en un sector históricamente abandonado por el Estado

El presidente de la República, José Raúl Mulino, reiteró que avanza una evaluación de la cartera del Banco de Desarrollo Agropecuario (BDA), contemplando la posible eliminación de esta entidad.

“Fue un banco explotado económicamente en el tiempo y que hay que sanear; en este momento ese banco es un gasto”, argumentó el mandatario durante la conferencia semanal de este jueves. Allí explicó que la revisión de la situación del BDA se está viendo junto con el Banco Nacional de Panamá (BNP), sin descartar que esta entidad absorba sus funciones.

“Se va hacer lo que el Banco Nacional recomiende; yo confío plenamente, por la experiencia que tiene el BNP en materia de crédito agropecuario y la asesoría que le da al sector productivo”, sostuvo.

Mulino confirmó su intensión de “achicar el Estado”, remarcando el perfil de su administración por disminuir la presencia estatal en la sociedad. Una concepción política que ha cobrado fuerza los últimos años en América Latina, en la que se parte del supuesto de que reducir las instituciones estatales representaría un “ahorro” y hace “más eficiente” la gestión pública.

Mulino argumentó que el banco habría tenido por años un manejo “político” y que su cartera estaría “llena de plomo millonario”.

En los mismos términos habló el gerente general del BNP, Javier Carrizo, quien justificó el interés de cerrar la entidad bancaria al asegurar que esta se encuentra arrojando “pérdidas”.

“Estamos todavía haciendo el análisis [...] El BDA ha sido importante, pero definitivamente tienen que mejorarse los sistemas que han generado muchísimas pérdidas innecesariamente”, dijo.

Aunque Carrizo afirmó que “no se va dejar” desprotegidos a los productores, existe el temor en una parte del agro de que la medida termine afectado a una de las actividades económicas que históricamente han sido abandonada por los gobiernos.

Incertidumbre

Desde el campo, la propuesta es tomada con incertidumbre y críticas, en particular por los pequeños y medianos productores que dependen de la líneas de crédito blandos para garantizar la producción de alimentos.

“No asimilamos la situación porque sabemos que el BDA maneja hasta el mínimo productor y ahora no sabríamos cómo lo van a manejar, pero esperemos, pues, que sea para el beneficio del crecimiento del sector, dijo a La Estrella de Panamá Isabel González, dedicada a la ganadería.

Augusto Jiménez, miembro de la Asociación de la Comunidad Productora de Tierras Alta manifestó que la medida podría dejar muy vulnerables a los pequeños productores que no tienen capacidad prendaria para un bien y tener acceso a créditos. A su juicio, los problemas del banco tendrían que ver con el manejo político que ha padecido, sin embargo, esto no sería razón para cerrarlo. Piensa que, por el contrario, el BDA debe ser fortalecido atacando la ineficiencia y su uso “politiquero”.

“El presidente firmó un documento cuando era candidato, donde se comprometió a respaldar la política agroalimentaria de Estado en la Ley 352, pero este gobierno lo puso en el congelador. En esa ley se pide modernizar las instituciones ligadas al sector, incluyendo al BDA. El presidente no leyó el documento o lo desestimó”, sostuvo Jiménez, que considera que los productores no han sido tomados en cuenta en la discusión sobre el futuro del BDA y que “no tienen” representación en las recientes reuniones con el gobierno.

Para Jhonatan González, geógrafo y productor chiricano, el origen de los problemas del BDA no se encuentran en la entidad, sino en las debilidades del sector, como resultado de la falta de políticas públicas de fomento de la producción.

Igualmente, muestra dudas de que la estructura del Banco Nacional pueda soportar la demanda del BDA, lo que incluso podría aumentar las planillas y burocracia en la entidad sin que eso signifique necesariamente mayor eficiencia.

“Por la naturaleza de que el agro está mermado, probablemente a nivel financiero, quizás podría no haber rentabilidad del banco, pero, ¿cuál es la visión de Estado? Mejorar el crédito a los productores para garantizar los alimentos a la gente, o mejor el retorno del sector bancario”, señaló González.

Desde un punto de vista macroeconómico, la medida también genera cuestionamientos, si lo que se busca hacer más “eficiente” al Estado.

Para el economista y catedrático de la Universidad de Panamá, Rolando Gordón, cerrar instituciones ligadas a sectores estratégicos como el agro, que garantizan la seguridad alimentaria nacional, no parece una estrategia “coherente” con el fortalecimiento del país.

“Una de las formas de reducir la desigualdad es hacer más eficiente el BDA y que tenga una mayor cartera de crédito y asesoramiento a la gente del campo. Si se va cerrar alguna institución, deben empezar por instituciones menos productivas, no entidades como el BDA, que apunta a robustecer la producción de alimentos a la población”, recalcó.

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