Este viernes 20 de diciembre se conmemoran los 35 años de la invasión de Estados Unidos a Panamá. Hasta la fecha se ignora el número exacto de víctimas,...
- 02/07/2023 00:00
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Somos una sociedad que le damos la espalda a una serie de fenómenos que pasan en nuestras narices y no reaccionamos frente ello, el tema de migración es gravísimo. La crisis migratoria es gravísima, y la sociedad panameña no ha reaccionado frente a la situación que estamos viviendo. En este primer momento vamos a ver los intentos explicativos desde la sociología. Voy a hacer énfasis en dos enfoques: el primero propuesto por Anthony Giddens que es un sociólogo inglés y el segundo de Juan Pablo Pérez Sáinz sociólogo español – costarricense.
Giddens habla del enfoque de los cuatro modelos para explicar el fenómeno migratorio. En 1945 acaba la segunda Guerra Mundial y se instaló una política global realizada por los Estados Unidos que se conoció como el plan Marshall. Este plan, en su parte más visible, lo que buscaba era la reconstrucción de los países que habían quedado desbastados por la guerra, pero a partir de la lógica de profundización de un modelo capitalista.
En este contexto, se impulsó la migración, pero básicamente las que se da entre los países triunfantes en la segunda guerra mundial: Alemania, Francia, Reino Unido, Estados Unidos y países que habían sufrido los estragos del conflicto; y se le abría las puertas a estas poblaciones para que se incorporaran como mano de obra, como fuerza de trabajo a ese proceso de reconstrucción del mundo occidental. Había un tema económico, pero también una especie de mea culpa. Es decir, nosotros tuvimos la culpa de la guerra, vengan ustedes trabajadores de los países que fueron aniquilados o destruidos, vengan a nuestros países, emigren como fuerza de trabajo.
El segundo modelo explicativo se analiza sobre la base del desmembramiento del modelo colonial, a partir de todas las luchas por la colonización de América latina de Asia, de África. Cuando dejan de ser colonias a partir de luchas que dieron sus frutos por la movilización de esos pueblos, las potencias coloniales abrieron sus fronteras. Para ser más explicativo, coloquial y más cultural, por eso que ustedes vieron en el mundial que la selección de Francia está compuesta básicamente por hombres negros que vienen de las colonias francesas. Este es el mejor ejemplo de Francia con el tema colonial de migración.
Hay un tercer modelo que es del modelo de trabajador invitado, donde su país abre sus fronteras frente a la necesidad de tener mano de obra calificada: por ejemplo, en los mundiales, los países que son sedes realizan estas mega construcciones de estadios y requieren fuerza de trabajo capacitada y técnica, y abren las fronteras a las migraciones.
Y el cuarto modelo, que se conoce como modelo irregular, es el que está sustentado en estas migraciones forzadas que son orientadas por grupos organizados delincuenciales por grupos de crimen organizado que, a través de la trata de personas y la trata de blancas, convierten el tema de las migraciones en un negocio a partir de conflictos en los estados o las comunidades de origen de las personas.
Este es el modelo de Giddens para explicar las migraciones.
El otro enfoque teórico es producto del trabajo de un destacado investigador un Sociólogo, español costarricense, Juan Pablo Pérez Sáenz. Este sociólogo explica la migración como una respuesta a los procesos de desempoderamiento extremo que producen las desigualdades; Juan Pablo explica las desigualdades como este proceso que es dinamizado por las relaciones de poder, los conflictos sociales de la sociedad de origen que producen desempoderamiento, es decir, que le quitan poder a las personas, esa desigualdad hecha extrema se convierte en marginalización social. Para él, las migraciones son producto de las desigualdades.
¿Cómo se ha movido el tema de las migraciones por Panamá, país con tanto tránsito? Los países de los que provienen los migrantes, son los países que sufren los embates de las desigualdades globales; yo utilizo esta explicación porque precisamente me da luces para comprender, entender, analizar y tratar de explicar lo que está pasando, entonces cabe una segunda pregunta, ¿Somos nosotros, susceptibles o estamos vacunados y no somos susceptibles a que nos ocurran también estos procesos de desempoderamiento extremo, producto del deterioro del mercado del trabajo, producto del deterioro de las condiciones de vida material, o de política conservadora que encasilla o esquina a población diversa y que obliga a las personas salir de los países, ¿Nosotros no somos susceptibles a eso?
Creo que este es el problema de no mirar la desigualdad como la tenemos que mirar aquí en Panamá. Estamos muy dados, producto del trabajo cultural ideológico al que hemos sido sometidos, a pensar que “aquí no pasa nada”, como ejemplo, esta frase que reza que “Panamá es un país bendecido por Dios”.
Son frases que están metidas en nuestro subconsciente, y nos impiden ver la realidad. Si usted sale en estos momentos a cualquiera de los semáforos en los predios de la Universidad de Panamá, nos vamos a encontrar con personas migrantes. Y, ¿qué solemos hacer nosotros? volteamos la cabeza para otro lado. ¿Por qué? pues porque ese desempoderamiento de la población migratoria es doble. Primero, es un desempoderamiento en sus países de origen y luego, se enfrentan a todo el tránsito donde son víctimas de una serie de vejámenes y de más desempoderamiento que termina convirtiéndolos en no sujetos, es decir en personas sin derechos, y crucificados.
En cuanto al desempoderamiento dice Juan Pablo, tiene cuatro salidas. La primera sería la migración en función de los medios de vida; la precarización del empleo, la desciudadanización. Porque, con la ciudadanía que emerge con el nacimiento, como ciudadano pleno, se tiene derecho a salud pública, a educación pública de calidad, pero en América Latina, por nuestro propio proceso de desarrollo, la ciudadanía se construye a partir de la entrada del mercado de trabajo. Es decir, eres considerado un ciudadano pleno cuando tienes un empleo digno, que te permite tener vivienda, el derecho al ocio, el tiempo necesario para participar en una reunión política, te permite tener el tiempo a ejercer el voto, tiempo para participar de un colectivo.
Esto nos lleva a enmarcar algunas preguntas ¿Realmente somos ciudadanos panameños? ¿en función de qué? ¿son ciudadanos plenos aquellos que viven en el área Oeste del país, precarizados en sus condiciones de trabajo, teniendo que pasar dos horas de tráfico para llegar a su puesto de trabajo, o viceversa para llegar a su casa o alguna actividad?
La segunda salida sería “la violencia”. América Latina es el continente más desigual y violento del planeta. La tercera salida sería “la religiosidad”: en Panamá ha crecido la religiosidad, las iglesias evangélicas, al igual forma también han crecido los casos asesinatos de feligreses y violaciones dentro de este sector.
El autor es Sociólogo, Profesor del Departamento de Sociología de la Universidad de Panamá
Pensamiento Social (PESOC) está conformado por un grupo de profesionales de las Ciencias Sociales que, a través de sus aportes, buscan impulsar y satisfacer necesidades en el conocimiento de estas disciplinas.
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