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- 09/07/2024 14:30
- 09/07/2024 13:38
“Yo soy de Escobal, un lugar de Colón. Fuí reina congo del palenque de Curundú. Mi cultura congo la aprendí con mi mamá, mi papá y mi abuelo. Mientras estaba con un vestido cualquiera no me sentía nada, pero cuando me ponía el vestido congo me sentía grande, nadie podría venir a jugar conmigo”, así se describía Alejandrina Lan Jaramillo, quien fue reina congo por más de 60 años, en una entrevista realizada por el Ministerio de Cultura (Mi Cultura) y facilitada a este medio.
Lan también conocida como el “alma de la etnia negra” tras su fallecimiento este lunes 8 de julio deja un gran legado tanto para la comunidad afrodescendiente como también al país. Fue una mujer que dedicó su vida a preservar y difundir las tradiciones de sus antepasados africanos.
Nacida en el seno de la realeza congo en la comunidad de Escobal, provincia de Colón, heredó su cultura congo de toda su familia y así lo transmitió a su hija Marcia Rodríguez, la actual Reina Congo de Curundú.
En la entrevista, Lan contó que cuando llegó a Curundú, había muchas madres que estaban solas y dentro de sus funciones como reina era velar por el bienestar de las mismas; por lo que ayudaba a conseguirles alimento para que le dieran de comer a sus hijos, demostrando así un profundo compromiso con su herencia cultural, recorriendo Palenques y participando en rituales que fortalecieron su vínculo con la identidad afropanameña.
Según comentó la Reina Congo, danzar para ella era un sentir espiritual, cuando se ponía su vestido de Reina Congo, se sentía grande y todos tenían que hacerle la venia (Licencia o permiso pedido para ejecutar algo).
Algo que resaltó la madre Alejandrina Lan, como también le llamaban, en la entrevista de Mi Cultura es que (ella) era un “tesoro vivo que hace grande a Panamá”, no es para menos, fue una figura respetada e influyente por más de tres generaciones y representó a la cultura Congo tanto en Panamá como en giras folclóricas por todo el mundo.
Tomar el lugar de Alejandrina es un gran reto, dice la abogada panameña Urenna Best. “A lo largo de su vida, Alejandrina Lan destacó por su talento como bailarina, llevando consigo la magia de las danzas afropanameñas a escenarios nacionales e internacionales. Dejó una huella imborrable en festivales y encuentros culturales alrededor del mundo, mostrando la diversidad y la riqueza de la cultura afrodescendiente”, señaló.
Además de su brillante carrera artística, Alejandrina Lan se dedicó a la enseñanza y divulgación de las tradiciones afropanameñas, compartiendo su sabiduría en escuelas, colegios y universidades tanto en Panamá como en el extranjero, resalta Best.
“Su legado perdurará en las generaciones futuras, inspirando un mayor aprecio por la diversidad cultural y el respeto por las raíces de la nación panameña.
Con profunda tristeza despedimos a la Reina Madre Alejandrina Lan, una líder indiscutible, una defensora incansable de la cultura afropanameña y un símbolo de orgullo para su pueblo. Su memoria vivirá en el corazón de todos aquellos que valoran y honran la diversidad cultural de Panamá. Que descanse en paz la gran embajadora de la cultura afropanameña”, comentó Best quien fue miembro del Grupo Consultivo de Líderes Afrodescendientes de Unicef.
Por su parte, Miroslava Herrera, cantante de Afrodisíaco, también destacó que la reina Lan “nos ha dejado una lección de dignidad”.
“Su profundo sentido de la responsabilidad de conservar y divulgar la cultura congo ha sido clave para la construcción de nuestra panameñidad para enseñarnos que nuestra rebeldía no es porque sí, nuestra rebeldía tiene una razón de ser, nos merecemos ser libres y tener una vida digna y eso es el legado que nos dejó Alejandrina con su vida y su compromiso desde niña”, reconoció.
Para Alberto Barrow, director del Observatorio Panamá Afro sobre el valor de la etnia negra, el fallecimiento de Alejandrina Lan obliga una serie de reflexiones que serían interminables.
“Alejandrina Lan bailó, bailó y bailó y en cada movimiento mostró la resiliencia, perseverancia, la fuerza, el no dejarnos, más de cinco siglos después de haber sido arrancados de la madre África a pervivir y eso lo sembró en nosotros Alejandrina”, rescató Barrow.
También añadió que Alejandrina dibujó en cada contoneo y danzas la nacionalidad panameña. Contribuyó a mostrar un componente ineludible de nuestra nacionalidad y es la africanía que la reviste, destacó.
“En eso Alejandrina fue inagotable, se merece entre muchas otras cosas un funeral de Estado” y pidió al presidente de la República, José Raúl Mulino que eso se efectúe porque “ella lo entregó todo y se merece una despedida por todo lo alto, baila negra baila”, fueron sus palabras.
Lan con su voz y liderazgo fue una persona fundamental para la continuidad y valorización de la cultura congo en Panamá, asegurando que estas tradiciones perduren y sean reconocidas como una parte integral del patrimonio cultural del país.