Este viernes 20 de diciembre se conmemoran los 35 años de la invasión de Estados Unidos a Panamá. Hasta la fecha se ignora el número exacto de víctimas,...
- 28/06/2024 00:00
- 27/06/2024 19:58
El delito de la trata de personas en Panamá ha sufrido ciertas variables, y una de ellas es el hecho de que cada vez se están dando más casos en los que las personas o víctimas son de nacionalidad panameña.
Según Dayra Campos, directora de la Oficina Institucional contra la Trata de Personas del Ministerio de Seguridad, con anterioridad un 95% aproximadamente de las víctimas de este delito eran extranjeras.
“En el caso de la trata con fines de explotación sexual eran de nacionalidad colombiana principalmente y con fines de explotación laboral se registraban casos de personas de distintas nacionalidades, dentro de ellas la de mayor incidencia era la nicaragüense”, dijo.
Detalló la funcionaria que ha habido variables porque por regla general comúnmente se registraban casos más frecuentemente en la explotación sexual; sin embargo, para la pandemia entre 2020 y 2021 la trata con fines de explotación laboral alcanzó cifras más altas que la explotación sexual. Incluso, el 100% de las personas que se identificaron para el 2021 de manera preliminar eran hombres víctimas de trata con fines de explotación laboral.
Agregó que en el 2023 se veía que por primera vez se imputaban cargos por prácticas análogas a la esclavitud, lo que fue de manera simultánea a la trata con fines de explotación laboral y como resultado de la Operación Mega, se rescataron a más de 23 personas, dentro de estas principalmente de nacionalidad venezolana, pero también de otras nacionalidades, incluso panameñas nacidas en el territorio nacional y que habían referido encontrarse en Panamá por un periodo aproximado de 11 años.
“Esto nos da luces de que es un delito difícilmente detectable porque las víctimas, muchas de ellas desconocen que están siendo víctimas de un delito contra la humanidad como lo es la trata, y en muchas ocasiones algunos no denuncian debido a las amenazas que sufren por sus tratantes”, indicó Campos.
Pero en este delito también hay que entender que el país no solo se enfrenta únicamente a la delincuencia organizada, sino que un tratante puede ser incluso un pariente cercano de sus víctimas.
“Esto lo vimos en la Operación Luz de Esperanza, en un trabajo binacional con Costa Rica en la cual las personas que se rescataron eran niñas y adolescentes panameñas que eran trasladadas a Costa Rica para ser explotadas sexualmente y en donde a las personas que se les vinculó eran parientes cercanos de ellas”, destacó.
Esta misma semana, según un informe del Departamento de Estado de Estados Unidos, se indicó que Panamá no cumple “plenamente” con los estándares mínimos para eliminar la trata de personas. Según el informe, la ley contra la trata continúa perpetuando conceptos erróneos del flagelo.
Además, se indica que la ley condiciona los esfuerzos del gobierno en la lucha contra el delito. Como resultado de esto, se señala que las autoridades no investigaron adecuadamente los casos de trata interna y, posiblemente, a algunas víctimas. El país brindó servicios a menos víctimas que en 2022.
Al respecto, Campos sostuvo que en el tema aún hay mucho por hacer y entiende que Panamá es un país de origen, tránsito y destino de la trata; es decir, que también se ha estado en presencia de nacionales que han sido captadas en Panamá y trasladadas a otros países para su explotación.
Aseguró que desde que inició la actual administración, han evaluado a 97 personas identificadas por Panamá como víctimas plenas del delito de trata y corresponden a diferentes nacionalidades.
La funcionaria sostuvo además que con relación a los migrantes irregulares que están atravesando Panamá, por la provincia del Darién, con la intención de ir a hacia países del norte, no se ha identificado hasta el momento ninguna posible víctima de trata ni victima de trata como tal.
“Por el contrario, desde Costa Rica hacia Panamá sí tenemos más casos de personas que han atravesado esta frontera y que han sido explotadas en Panamá tanto laboralmente como sexualmente”, enfatizó.
Algo que es muy importante en este tema según señaló Campos, es la necesidad de que se denuncie este tipo de delitos. “Este es un trabajo de todos y para ello la ciudadanía debe entender que puede ayudar a denunciar este delito reconociendo que por cada víctima que denuncia hay 20 más que esperan que nosotros las rescatemos. El ciudadano juega un papel importante porque puede realizar una detección”.
Los ciudadanos interesados en interponer una denuncia por este tipo de delitos pueden llamar al 104, que es el Centro de Operación Nacional, en donde será atendido por la Policía Nacional o pueden hacerlo a través de la plataforma Crime Stoppers panama.tupista.org, de manera totalmente anónima.