Que no vuelva a pasar

Las últimas semanas el fútbol se tomó el mundo. Por Alemania se jugó la Eurocopa y en Estados Unidos se jugó la Copa América. Fue una competencia feroz y disímil en ambos continentes. En Alemania se vio a equipos muy parejos, mientras que en América la diferencia entre unos y otros fue enorme. Los grandes equipos llamados a ganar la Copa América estuvieron entre los cuatro, pero a diferencia de la Eurocopa donde primó la buena organización, los estadios muy bien cuidados, en Estados Unidos la desorganización reinó y los estadios dieron mucho de qué hablar. El fútbol es un deporte de familia, que une a la humanidad. Es un deporte que genera pasiones y en cada partido, la seguridad es primordial. Se vivió en varios partidos, donde la seguridad perdió el control y la gente se lío a golpes. Hay que rescatar la belleza del fútbol y volver a hacer que este deporte sea el rey de las multitudes, pero por el coraje, garra, resistencia y astucia. Que el fútbol vuelva a mostrar la fuerza de arrastrar multitudes a los estadios, para deleitar a la gente que quiere ver los malabarismos con el balón; que la pelota no solo ruede de aquí para allá, sino que dibuje siluetas de música y pintura en la cancha. Que enamore, que encante... Hay que ponerle un freno a esos campeonatos donde el centro es el dinero y demos paso al juego bello. Que lo que pasó en el último partido, no vuelva a pasar... ¡Así de simple!