Aunque nos cueste...

Definitivamente, en Panamá ya nos cuesta eso de ser ‘el o uno de los pueblos más felices del mundo', hasta risa da que a alguien se le ocurra afirmarlo con la carretada de motivos para no serlo que le heredan los años anteriores a este 2018 recién nacidito. Sin embargo, y por el bien de todos, debemos esforzarnos por erradicar la negatividad, tanto como nos esforzamos por erradicar la corrupción y todos sus males. No somos perfectos, pero tenemos mucho por qué sentirnos agradecidos y salir cada día a dar lo mejor de nosotros en busca de convertir este país en la Gran Nación que la mayoría de nosotros anhela. No podemos permitir que nos ganen los antivalores, la desfachatez de unos, que son minoría, quienes actúan como si el país fuera su finca personal. Con el esfuerzo de la mayoría de buenos panameños hemos construido el país que tenemos, sigamos adelante, apartemos, cortemos, quememos los abrojos, la mala hierba, dejemos de autocalificarnos como lo peor de lo peor, fortalezcamos la esperanza, sigamos echando pa'lante... aunque nos cueste.