A veces, la Justicia llega

Justicia es el nombre de la acción que hoy celebramos, pues la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha emitido su fallo en favor de Heliodoro Portugal y de sus herederos. Además de los dolores de los Portugal y de todos los que padecieron esta clase de abusos, duelen tres cosas más: a) que se haya tenido que buscar la justicia afuera, porque aquí no hay; b) que el Estado no quisiera aceptar de buen grado su responsabilidad, por razones políticas. Y, c) que el costo de los daños material e inmaterial, al fin y al cabo, habremos de pagarlo los panameños todos porque también somos parte del Estado, aunque el delito fuese cometido por una oscura manada de criminales políticos. Pero tenemos que sonreír porque, al menos, a pesar del tiempo llovido desde el crimen, y desde que la demanda fue incoada, un caso tan significativo ha encontrado justicia.