Respeto y seriedad

Cierto es que a los panameños nos urge que la ampliación del Canal de Panamá entre en funciones lo más pronto posible. No obstante, las filtraciones que se han registrado en las nuevas esclusas y las muy poco convincente explicaciones de sus reparaciones, nos llaman a pedir un alto en este proyecto para estudiar las mejores alternativas. Fue el pueblo panameño el que dio su aval para la construcción de las nuevas esclusas. Es el patrimonio del pueblo panameño el que está en juego. Como todos sabemos que eso es así, es el momento de que el Gobierno o la Asamblea Nacional designe una comisión independiente para revisar el estado de estas obras. Las informaciones que circulan es que hasta el mismo acero que se utilizó empezó ya a corroerse y que, aunque reparen las grietas, no hay garantía de que duren cien años. Si el Gobierno y la propia Asamblea, que se deben al pueblo, no actúan, entonces la sociedad civil, esa misma que quiere seleccionar magistrados, debe empezar a alzar su voz. Los medios como este, responsablemente apoyamos el proyecto de ampliación, más no podemos avalar un proyecto emparchado y que no nos garantice seguridad de que va a durar por lo menos cien años. Señores, es el momento de actuar con responsabilidad.