Responsabilidad histórica

Hace años necesitamos un sistema electoral acorde con nuestro tiempo. Los cambios que se introdujeron post invasión acentuaron un esquema bipartidista no muy democrático, lo que fue cansando a la sociedad y, luego de varios intentos, una tercera fuerza llegó al poder. Aunque reconocible es que los procesos electorales panameños han sido muy alabados internacionalmente, no menos cierto es que nuestro sistema electoral requiere de modernizarse. ¿Qué sentido tiene seguir con campañas electoral de años? Por fortuna se disminuyó el período entre elección y toma de posesión presidencial, pero aún quedan graves deficiencias por resolver. ¿Por qué no contar con diputados nacionales que promuevan el liderazgo más allá de los caciques de pueblos? Este segundo período legislativo que arranca hoy tiene la responsabilidad de llevarnos a dar ese salto cualitativo en materia electoral. ¡Más cuando el cúmulo de reformas a debatir es producto de un consenso! Es comprensible que algunos diputados aleguen que la dinámica legislativa es autónoma, demás está recordar que este tipo de legislación trasciende partidos políticos, porque se legisla por el desarrollo de todo el país. Si algún diputado quiere hacer un cambio al paquete consensuado, ojalá que éste sea para democratizar más el sistema electoral. Lo que no se quiere son modificaciones que en lugar de hacernos avanzar, nos aten o retrotraigan al pasado.