Integrantes de la caravana migrante en el estado de Chiapas, en el sur de México, denunciaron este jueves 21 de noviembre que las autoridades les bloquearon...
El reciente cruce de reproches diplomáticos entre las embajadas de China y Estados Unidos marca el tono sobre el cual se desarrollan las relaciones internacionales, augurando vientos de una nueva “guerra fría” que nadie quiere. Al mirar la historia reciente, gran parte de las pugnas entre las grandes potencias terminan pasando por encima de los países más pequeños, siendo incluso utilizados como piezas de un tablero alejado de los intereses de sus pueblos. Panamá, una nación que ha mantenido una histórica vocación por la paz, debe formalizar una política exterior que entienda esas contradicciones. En vez de terminar atrapado en la vorágine de la geopolítica, pueda utilizar esas inercias en su favor. Dentro de poco el país asumirá un puesto en el Consejo de Seguridad de la ONU, basta de seguir viendo el servicio exterior como un botín politiquero, ahora la seguridad de Panamá también se definirá en clave internacional y requerimos una postura coherente.