Este jueves, en conferencia de prensa, el ministro de Economía y Finanzas, Felipe Chapman, reconoció que hubo “goles” en el Presupuesto General del Estado para 2025. Que algunas de las cifras que se encontraban en el documento que llegó a la Asamblea Nacional -pieza fundamental para el funcionamiento del país y que se convertirá en ley de la República- no correspondían con lo aprobado por el Consejo de Gabinete. ¿Cómo un proyecto de esta envergadura llega con error básico al Legislativo y, peor aún, con cifras no autorizadas por el ministro ni por el Gabinete que preside el propio presidente José Raúl Mulino? Este inédito suceso obliga a preguntarnos si asistimos a un acto interno deliberado para afectar al gobierno, como sugirió Chapman, y sobre el cual anunció que tendrá lugar una investigación. Es imperativo conocer la verdad de lo ocurrido y que se apliquen las sanciones correspondientes. Esto es un mal augurio para el país. Panamá exige un Ejecutivo que esté a la altura de las circunstancias históricas. Presidente Mulino, haga cumplir sus promesas y ponga orden en la casa; es la única manera de devolverle la confianza a la población, luego de años de malos gobiernos.

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