Hoy arrancan las mesas de trabajo para discutir los dos principales problemas de la Caja de Seguro Social: la crisis del programa de pensiones y las deficiencias en los servicios de salud. Enormes desafíos que son -al mismo tiempo- la oportunidad de dar un salto de desarrollo para afianzar un Estado Social de derecho en Panamá. Aunque los mecanismos de censos del país se encuentran en crisis, no podemos renunciar a ellos. El gobierno, los empresarios, la Asamblea y los trabajadores tienen una responsabilidad histórica de conseguir un acuerdo nacional sin traumas sociales y bajo absoluta transparencia en todo momento. Nuestro pueblo merece un sistema de salud digno y un programa de pensiones público que garantice jubilaciones decentes con sostenibilidad económica a largo plazo. Seamos vigilantes activos de un proceso que nos compete a todos, la politiquería y los negocios con la seguridad social no tienen cabida cuando se trata del futuro y la vida de Panamá.

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