El Gobierno debe explicar, con carácter de urgencia, qué fue lo que realmente se acordó con el Departamento de Defensa de los Estados Unidos y cuáles son los verdaderos alcances de dicho memorándum de entendimiento. Las décadas de malos gobiernos y pérdida de credibilidad en las instituciones, exigen a las autoridades llamar a todas las fuerzas del país y dejar las cosas claras, empezando por publicar las versiones en inglés de lo que se firmó y qué se acordó en torno a las tarifas del Canal. No es solamente poner a las principales figuras del Ejecutivo a defender el documento, ni tampoco es un asunto de desplegar en las redes de las instituciones publicidad que justifique el memorándum. Se trata de desglosar con detalle cada punto para esclarecer si realmente estamos ante un acuerdo de cooperación o, más bien, es peligroso retroceso en el largo camino de construcción de la soberanía. Las genuinas preocupaciones de la ciudadanía sobre lo que parece la instalación de bases militares extranjeras, son legítimas y sería un gravísimo error que desde el poder se intente estigmatizar a quienes tienen esas dudas. Es el momento de hacer público todos los documentos firmados, por el bien del país.
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