Las nuevas autoridades del gobierno central, a nivel local y en la Asamblea Nacional, cumplieron sus primeros cien días en el cargo. Hubo balances, señales positivas, malos augurios y algunas excusas sobre lo que no se ha podido hacer desde que asumieron el poder. Si bien cien días es muy poco tiempo para mostrar cambios sustanciales, en especial cuando se busca resolver problemas estructurales y de arrastre, sí es una buena oportunidad para que la población pueda conocer mejor el talante de quienes les gobernarán durante este quinquenio. La tradicional luna de miel para quienes asumen un cargo público ha terminado y la primera gran prueba de fuego para la institucionalidad del país está cerca, las reformas a la Caja de Seguro Social. Como ejercicio democrático, es un buen momento para revisar las promesas que hicieron los políticos en campaña y tenerlas en mano para recordarles en su momento lo que se comprometieron a hacer y no hacer. La política es también un ejercicio de responsabilidad ciudadana, de exigirle a nuestros representantes que cumplan.

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