¡Divide y vencerás!

Irónicamente hay dos sectores de la población panameña que son diametralmente opuestos, pero coinciden en una cosa: ¡un cambio constitucional! El problema de ambos grupos es que parten de la división para intentar sus metas. La exclusión, la prepotencia y la soberbia son características en ambos y eso impide que logren sus propósitos. Sí, Panamá requiere de un cambio constitucional, pero tiene ese cambio que partir de un consenso nacional y eso incluye sectores de la sociedad que ninguno de los otros dos grupos quiere incluir. Y mientras perdure esta división, la Constitución de 1972, seguirá vigente. El problema de ambos grupos es que no quieren una Constitución que sea el verdadero Contrato Social del país; lo que quieren es una Constitución que, a decir de ellos, sea la mejor para el país, pero cuyo fin sea para ellos la toma del control del poder. Panamá requiere trazar el camino para convertirse en un Estado desarrollado, donde cada habitante tenga la oportunidad de lograr su estado máximo de bienestar en cualquier rincón del país. Ambos grupos debieran acercarse y crear su imagen objetivo del país en que debe convertirse Panamá. Trazar la ruta y trabajar en conjunto. Mientras persista la división, los epítetos que lancen, las manifestaciones en Twitter y demás redes, serán como disparos al aire que nunca darán en el blanco. ¡Divide y vencerás!, reza un viejo refrán y hoy es aplicable a los grupos que disputan el poder con una estrategia equivocada. ¡Así de simple!