Consultas

Si en verdad el Ejecutivo quiere consultar al pueblo, no tiene lógica que mandara al Legislativo un proyecto de ley que —so pretexto de establecer las consultas— se pudiera también reformar la Constitución, como evidentemente quedaba plasmado en el texto original del documento en mención. La ley debe únicamente establecer el mecanismo de consultas y no que luego, basado en interpretaciones absurdas, las consultas queden convertidas en mecanismos de reformas a la Carta Magna. Y es que la Constitución tiene sus propios mecanismos de reformas y si el gobierno quiere una reforma constitucional o una constituyente paralela, debe emplear esos procedimientos. Es así de sencillo. Las consultas son un mecanismo válido, pero mal ha empezado el Ejecutivo con este proyecto. Lo que cabe es que lo reforme y envíe un texto claro, sin cabida para interpretaciones antojadizas. Así de franco; así de transparente; así debe ser.