El uso de la violencia por parte de la Policía vuelve a ser cuestionado. Las protestas que se originaron antes de la visita del Secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, han puesto en evidencia el abuso de autoridad y el pésimo desempeño profesional ante el ejercicio ciudadano del derecho a protesta. Los enfrentamientos entre los estudiantes y los agentes estuvieron marcados por violencia y agresiones de ambas partes, una estampa que colapsó las redes sociales el mismo día del hecho. Indigna, y mucho, que quien debe proteger y cuidar a los ciudadanos, caiga en provocaciones e incurra en conductas deplorables. En el video que circuló digitalmente mostraba cómo un agente empujaba y golpeaba a un hombre y a una mujer, un hecho altamente condenable. ¿Cómo se puede pedir la confianza de la ciudadanía panameña en sus fuerzas de seguridad ante este escenario? En otro contexto, también es necesario entender que aunque la protesta es esencial en democracia, los cierres de vías ocasionan grandes perjuicios al país; sin embargo, esto en nada justifica el abuso desmedido de los cuerpos policiales. Así no se garantiza la paz social que tanto necesitamos en momentos tan álgidos. Necesitamos unidad nacional, tolerancia y sobre todo respeto de todos hacia todos. De lo contrario, es probable que nos deparen tiempos poco alentadores.

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