• 09/06/2013 02:00

Concisión vs ambigüedad

El discurso periodístico tiene entre sus características la concisión, que alude a expresar de forma breve una idea básica, aunque tambi...

El discurso periodístico tiene entre sus características la concisión, que alude a expresar de forma breve una idea básica, aunque también, ella posea la capacidad de ilustrar, ubicar y establecer el clima de cualquier situación concreta y específica para reproducir en la mente de la audiencia los hechos que narra la información.

Esto supone uno de los principales retos de este quehacer, pues no importa cuán complejo es el acontecimiento, su reproducción implica una meticulosidad en el recuento, que pone en tensión las capacidades de explicación, argumentación, descripción, valoración, todo en el esquema de esta especie de cuento sucinto, que diariamente actualiza al público.

En ocasiones y a fuerza de las urgencias típicas de la redacción en el medio, la estructura de las notas se resquebraja y se pasa de la potencial concisión a ambigüedades que oscurecen el sentido de la expresión.

‘Todas las semana llega gente a la casa de la familia Henderson para ver si es cierto que hay una planta que produce uvas en Santiago, y al final quedan sorprendidas’.

Este párrafo culmina la nota y el diario lo utilizó también como epígrafe, pero hay algunas diferencias entre él y el situado al final del escrito; es decir se presentan errores que se repiten y otros que no.

Al analizar este fragmento escogido al azar; en primer lugar vemos una diferencia entre el sustantivo ‘semana’ (en singular) y las dos palabras que le anteceden, el adjetivo ‘todas’ y el artículo ‘las’, que aparecen en plural. Las tres deben guardar una concordancia.

Luego ocurre algo parecido entre el sustantivo ‘gente’ y la forma verbal ‘quedan sorprendidas’, pues ese plural hace pensar que se refiere a las uvas, nombre con el que coincide en número.

Otro caso que afecta la concisión es aquel de la redundancia, la repetición de sonidos que empañan el sentido. ‘Balbina Herrera volvió ayer a reiterar que las grabaciones...’. El verbo ‘reiterar’ denota la repetición de acciones; sin embargo el verbo ‘volver’ en su conjugación del pretérito simple, enlazado con el resto de la frase, hace incurrir al periodista en un vicio que nada agrega para la comprensión del lector.

Algo similar ocurre con un despacho enviado recientemente por un corresponsal: ‘Le dispararon varios disparos’; que además es cacofónico al repetir no solo el significado, sino los sonidos. En una construcción de esta naturaleza, el sentido común impone preguntarse, ¿qué puede ser disparado si no son los disparos?

En cierta noticia sobre la política local, otro diario alude a declaraciones de un ministro que dice: ‘... ellos mismos se están grabando porque ellos mismos se están destruyendo internamente...’. Esto puede interpretarse como un recurso retórico, pero al tomar el sentido de ambas expresiones, se percibe un tipo de repetición conocida como tautología; especie de círculo vicioso donde resultan ambiguas la causa y el efecto.

A menudo, el fragor de los temas de la agenda informativa obliga a los reporteros a redactar y no hay tiempo de corregir o de supervisar los textos y ocurren estos casos incidentales, que entorpecen la comprensión del material noticioso o al menos, dejan a los perceptores confundidos, pues se trata de evidenciar hechos reales y no, un propósito como el que anima al lenguaje poético, donde sí se justifica este énfasis.

En ciertas circunstancias, el habla coloquial enreda al periodista y él no hace la diferencia sobre el tipo de texto del que se ocupa. Muchas veces en la retórica, hay necesidad de enfatizar ideas o giros y en esos casos, se utilizan figuras como las mencionadas en los ejemplos anteriores. Algo diferente se produce en el Periodismo, que requiere un enfoque directo y sin figuras que pueden confundir a la audiencia.

PERIODISTA Y DOCENTE UNIVERSITARIO.

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