• 21/02/2017 01:02

China Harbour Engineering Company vs. Odebrecht

Es hora de que el pueblo reflexione y haga cambiar el rumbo de este país.

En mayo de 2015, el consorcio integrado por la brasileña Odebrecht y la española FCC construcción se alzó nuevamente con un contrato de 1,857 millones de dólares por la construcción de la línea 2 del metro, a pesar de que el consorcio chino español había ofrecido la oferta más baja de la terna.

La diferencia en precios representaba algo así como 190 millones de dólares más que habría que pagarle a la empresa brasileña, claro, eso no es nada para quien tiene en sus manos la chequera del país; como dicen por ahí, ‘al que no le cuesta hace fiesta' sí, con nuestra plata.

A pesar de los reclamos presentados por el consorcio chino, el tribunal de contrataciones decidió adjudicar el contrato al consorcio Línea 2 (Odebrecht y comitiva), no les resulta extraño que hoy salgan tantos escándalos, aunque sean heredados.

Lo cierto es que para poder los panameños enterarnos de los grandes escándalos internacionales, tuvimos que esperar los informes internacionales presentados por Brasil, Suiza y Estados Unidos, al parecer todo estaba calladito.

Mire cómo salió la procuradora a dar una conferencia de prensa, prácticamente obligada por la marcha convocada ese mismo día; analice cómo prácticamente se ha obligado a las autoridades a que investiguen y que hablen del tema, por medio de la presión popular nacional e internacional; en otros países ya están solicitando a los cabecillas de esta red de corruptos internacionales, aquí no hemos podido sentar aún, después de dos años, al presunto y principal responsable de toda esta porquería.

Cabe señalar que, aunque en esta coyuntura salen los oportunistas a pescar en río revuelto, me refiero a los partidos de oposición existentes, CD y PRD, aclaremos algo, es muy probable que exista y haya existido corrupción en este y en periodos anteriores de gobierno a CD, pero los informes que nos han regalado los gobiernos extranjeros hablan del periodo 2010-2014.

¿Qué significa eso? Significa que en gran mayoría los involucrados deben pertenecer al gobierno CD. No olvidemos que los actuales gobernantes estuvieron 26 meses en alianza con el gobierno pasado, así que no debemos extrañarnos si por ahí salgan involucrados funcionarios de esta administración.

No existe forma de poder ocultar cómo se ha manejado el país cada cinco años después de los militares, solo el pasado periodo se salió de la tangente, aquí se crean leyes a la medida de X o Y persona o empresa, con qué intención, ¿será buscando favores futuros? Para muestra, un botón: ¿el proyecto de reformas de la Ley de contrataciones públicas, dónde quedó y por qué?

Miren cómo terminó la impugnación del consorcio chino español, en nada. Será que los chinos no tienen experiencia en construcción de líneas ferroviarias, un país que cuenta con más de 100,000 km de líneas ferroviarias, según datos de la Unión Internacional de Ferrocarriles, pero además nos ahorraban 190 millones de dólares, para algo nos habrían servido.

Es perfectamente comprensible la indignación popular, pero que esto no nuble nuestra razón. A veces escucho algunos comentarios por ahí y por acá, dicen que habría sido mejor que el pasado gobierno hubiese ganado, que robaban, pero también daban al pueblo. ¿Recuerdan que eso se decía de Torrijos? Imagínese que CD hubiese ganado, Dios mío, todo habría quedado bajo el tapete.

Queramos o no, por ahora en países como los nuestros, plagados por la droga, la delincuencia, la prostitución, asesinatos y corrupción, no podemos permitir la recurrencia presidencial, la alternabilidad de los gobiernos es imperativa y las clases trabajadoras deben presentar alternativas.

El flagelo de la corrupción es un cáncer que nos empobrece a la gran mayoría, pero irónicamente somos nosotros mismos quienes escogemos a esos gobernantes corruptos y enfermos por la avaricia. Es hora de que el pueblo reflexione y haga cambiar el rumbo de este país.

PROFESOR Y ACTIVISTA SOCIAL.

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