Tu voto decide, ¿cómo y por qué?

Entiendo que un elevado porcentaje de ciudadanos silenciosos y decepcionados considera irrelevante participar y emitir su voto en los comicios electorales próximos, a efectuarse en el 2024; sin embargo, me animo a recomendar su participación exponiéndoles sencillas, pero importantes razones.

Primero: el sufragio tiene una importante cualidad, la dualidad de un derecho y un deber que nos permite ejercerlo con exclusiva dependencia de nuestra conciencia y poder de decisión con solamente un testigo: Dios.

Segundo: abstenerse es debilitar nuestra democracia y dejar una hendija y hasta una puerta abierta a la autocracia que se traduce en una gran oportunidad para los no comprometidos con la nación y sí abocados al oportunismo para alcanzar el poder político a costa de sutilmente someter a ciudadanos de conciencias débiles y con fines aviesos lograr hacerse de las arcas públicas que soportan las estructuras del Estado.

Tercero: hoy por hoy tenemos la gran oportunidad de apoyar facciones políticas de nuestro agrado y simpatía, no exponiendo a condiciones y limitantes sin garantías democráticas. Tampoco estás obligado a inscribirte en un grupo o colectivo que se haga llamar independiente para actuar como independiente. ¡Tú eres independiente por derecho! ¿Qué significa eso? Sencillo, no importa a qué partido pertenece un candidato, lo que importa es tomarse el tiempo suficiente con suficiente delicadeza para investigar, estudiar y analizar a los proponentes en base a su trayectoria profesional, su capacidad de liderazgo y conocer su visión de los objetivos a los que aspiramos, su calidad humana y lo principal, si está dispuesto a representarnos, gobernar por nuestras causas como país o enterarnos si por lo contrario está comprometido es con su colectivo político y las minorías convenientes de campaña que después integran el denominado circulo cero.

Cuarto: ¿cómo tomar una buena decisión de elegir? Fácil, proponiendo, por ejemplo, la suscripción por parte de los candidatos una proclama de acuerdo y compromiso sin presiones y sí por convicción ante el más puro intermediario que podemos proponer, -los vulnerables y no culpables- ante los posibles actos con despropósito que cometen los falsos líderes sin visión de estadistas y sí portadores de agendas ocultas. ¿Quiénes son los vulnerables no culpables? Los jóvenes de 16 a 18 años que integrarían un Concejo con representación moral y vocación democrática incipiente, pero en la línea de preparación para el futuro relevo generacional, elegidos por su propio colegiado estudiantil integrado por 50 jóvenes de cada provincia y 15 de cada comarca para que presenten sus mociones y propuestas producto de su elaboración democrática con fines de detener los probables entronques previos de corrupción, además de las exigencias que los votantes podemos hacer efectivas y reales, pertinentes a las declaraciones de renta y bienes.

Razones concluyentes: los patriotas y nacionalistas de fe, nos vemos obligados a adoptar en paralelo con simultaneidad acciones para que las reglas del juego de la ley electoral y sus implementaciones, las pongamos en práctica, sin generar ninguna ilegalidad, pero sí con alta moral, honorabilidad y transparencia. Sí podemos, hagámoslo por Panamá para que en los próximos 30 años alcancemos la meta después de haber vencido y superado las etapas producto de la integración de los principales pilares que garantizan el desarrollo nacional, como son: educación, salud, trabajo, seguridad y tecnología aplicada. Que la providencia divina ilumine nuestros pasos para un Panamá mejor.