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- 02/06/2017 02:02
Facilitar o entorpecer la vida
En todas las actividades de nuestra vida diaria, desde que somos estudiantes de preescolar, hasta la vida universitaria, pasando por los trámites de registro de nacimiento, hasta sacar la cédula, licencia de manejar o pasaporte, nos enfrentamos con esta disyuntiva: los procesos facilitan o entorpecen (hacen más complicado) cada gestión. Se ha dado por llamar ‘Burocracia' a ese conjunto de pasos innecesarios, a veces, para sacar algún documento institucional. Tareas encomendadas a personas que el sistema ha robotizado, a fuerza de obligarlas a que sigan una serie de acciones (con frecuencia muy antiguas) practicadas por décadas, sin renovar, o sea, simplificar.
En la Filosofía de Calidad total, se crean Grupos de Análisis de Procesos, los cuales se reúnen semanalmente y revisan técnicamente paso a paso, diversas operaciones, encontrando maneras más cortas de hacerlas. En la mayoría de las empresas donde se trabaja hacia la Calidad (‘hacer las cosas bien, desde la primera vez'), se disminuye el terrible DESGASTE de enfrentar obstáculos que han permanecido por años, para ejecutar con profesionalismo y mejores resultados sus trabajo.
En la Ciudad de Panamá, ha surgido una nueva modalidad en el paisaje: LOS CONOS NARANJAS. Estas figuras enormes de plástico que nos asedian por todos lados, como una plaga que nos impide transitar por las calles con naturalidad, siguiendo un carril. Aparecen por cualquier lado y por cualquier motivo, desde una simple podada de árbol o la limpieza de una alcantarilla, cuidando el trabajo de un barrendero; hasta grandes hileras, en trabajo de mayor calibre. Pero en forma intempestiva, creando ‘cuellos de botella', en grandes avenidas como la Transístmica, vía España, calle 50 o donde menos uno piense; que luego descubre el conductor como el origen del tranque en horas pico; dilatando inmisericordemente el movimiento de los autos, que no acaban de pasar, de cuatro carriles a uno solo, porque ALGUIEN LLENÓ DE CONOS LA CALLE.
Me parece un exceso, no recuerdo haber visto altas estadísticas de atropellos al personal que realiza trabajos en la calle para que pongan tanta distancia entre el paso de los carros y su trabajo, ubicando conos, a diestra y siniestra. Es un afán casi compulsivo por entorpecerle la vida al conductor y al peatón. ¡Una moda, un negocio fabricarlos, qué se yo! Pero hasta los ‘Bien cuidados' (personajes que se ganan la vida, supuestamente, vigilando tu carro y ¡que se han repartido las aceras, espacios públicos!) colocan conos en estos lugares libres para estacionar, como si fueran de su propiedad y cobran hasta dos balboas por quitarlos y dejar al conductor que se estacione. Increíble, ¡el afán de complicarnos la vida a los habitantes de esta ciudad!
Comprendo que soterrar cables es absolutamente necesario para modernizar los conductos de fibras ópticas y eléctricas; al igual que el podar árboles, que en un noticiero explicó muy bien la vicealcaldesa Banfield cómo les toman radiografías para ver si están podridos por dentro y prevenir que se caigan con un fuerte viento, haciendo daño a algún peatón.
Hay muchos trabajos públicos válidos y profesionalmente orientados hacia un futuro mejor para la ciudad y sus habitantes. Otros, como la Ciclovía en Ave. Cuba, son surrealistas, pues, estuvo todo un carril pintado con señales que eran solo para bicicletas, cerrado con montones de conos naranjas varias semanas, QUITANDO DONDE ESTACIONARSE, sin que circulara NI UNA SOLA BICICLETA, estrechando la calle y eliminando estacionamientos en un área de Bella Vista, donde hay tres hospitales, la Alcaldía, un ministerio, tres escuelas, una universidad privada, la Iglesia de Cristo Rey (ya ni para ir a misa hay donde estacionarse) y varios bancos, etc. Afortunadamente, recapacitaron y volvieron a colocar los estacionómetros, quitando los conos naranjas. Me parece muy saludable impulsar el uso de bicicletas, para la salud física y el ejercicio dominguero, pero SIN ENTORPECER los movimientos de tantas personas que realizan trámites en todos estos lugares, donde necesitan bajar del auto en días de trabajo.
Esperemos que la nueva plazoleta próxima a crear, donde está ubicada la Cabeza de Einstein, como escultura magnífica, a un lado de vía Argentina; no complique innecesariamente el flujo vehicular del área, donde hay un supermercado, farmacia, un colegio privado enorme, tintorería, pastelería, etc. y una vida cotidiana de sus residentes, que probablemente no facilitará mucho. Esperemos a ver.
¿Por qué no se enfoca mejor la actitud de nuestros gobernantes en facilitarle la vida a la gente arreglando lo que está destrampado, como algunas escuelas, calles, cañerías de aguas servidas, puentes y otras obras de primera necesidad?
Pareciera que lo que hacen es como maquillar a una persona maltratada y llena de moretones.
PSICÓLOGO, DOCENTE Y ESCRITOR.