• 02/06/2021 00:00

UP: democratización y socialización de la educación

“El rol obligado que le compete a la Universidad de Panamá, […], de permear a todas las capas sociales, con las competencias necesarias para la inserción social, está vigente hoy […]”

La educación impregnada de las corrientes filosóficas que rodearon el surgimiento del Estado panameño ha tenido un carácter democratizador y socializante, desde sus inicios. Ricaurte Soler señala, en la 2da edición del libro Formas Ideológicas de la Nación Panameña, que los fundamentos filosóficos de la teorización pedagógica, al inicio del Panamá Republicano del siglo XX, “se adscriben al pragmatismo de James y Dewey, y, aún, a una interpretación practicista de las concepciones pedagógicas teóricas-prácticas de los soviets”. . La concepción socializadora de la educación, fundamentada en el socialismo político que imperaba la época, no entra en contradicción con los principios básicos de la democracia liberal, de ese entonces.

Destaca, Soler, que el proceso de democratización de la enseñanza y la socialización de la personalización del educando es la base de la Teoría Pedagógica que se consolida en los inicios de nuestra República Neoliberal. Por su parte, Jeptha B. Duncan señala que los fundamentos básicos de la educación debían armonizar con los “principios y prácticas de la democracia y las necesidades del presente”.

En la práctica, la armonía liberal, no fue tal, debido a las contradicciones económicas y sociales que, en efecto, la democratización y socialización de la educación trajeron consigo, señala Soler cuando escribe:

“La clase media primero, durante la década de los cuarenta, y cada vez más las clases populares, han visto en la escuela -últimamente en la universidad- un instrumento de superación que entra inevitablemente en conflicto con la superación armónica preestablecida por la oligarquía neoliberal”. (Soler, 1964, págs. 65-66).ia

Es pues, que la educación, sobre todo, a nivel universitario, ha sido un mecanismo de movilidad social, en contraposición con la concepción de la oligarquía, que veía en ella la producción de mano de obra barata para la acumulación de capital.

A lo largo de los 86 años de existencia de la Universidad de Panamá, el papel democrático con sus imperfecciones, de la educación universitaria y la socialización como proceso de adaptación a los grandes cambios sociales que ha sido testigo la educación terciaria, aproxima a las clases medias y bajas a participar de mejores condiciones de vida, a la inserción de un mercado de trabajo cónsono con sus aspiraciones de clase, y la creación de una consciencia social combativa, en busca de la justicia social a la que aspiramos como nación y, como humanidad.

El rol obligado que le compete a la Universidad de Panamá, desde sus inicios hasta nuestros días, de permear a todas las capas sociales, con las competencias necesarias para la inserción social, está vigente hoy en tiempos de la pandemia de la COVID-19. A pesar de las brechas digitales y los rezagos en el proceso de enseñanza y aprendizaje, la educación en la Universidad de Panamá no se ha detenido.

Confesaba el rector de la Universidad de Panamá, Eduardo Flores Castro, que al inicio de la pandemia muchas fueron las fuerzas que se unieron para abogar para que la universidad no iniciara clases a distancia, por considerar que no estábamos preparados para llevar a cabo este reto que nos exigían los tiempos de pandemia. Con muchas inquietudes e incertidumbres, los órganos colegiados de la Universidad de Panamá avalaron los procesos de educación a distancia, que ya estaban autorizados en los Estatutos Universitarios, porque la Universidad de Panamá, como he venido señalando a mis estudiantes, estuvo capacitando a su cuerpo docente antes y durante la pandemia, para dar paso a las nuevas tecnologías y procesos de enseñanza a distancia, de manera asincrónica y sincrónica.

Es, pues, que la Universidad de Panamá, en cumplimiento con su papel histórico de democratizar y socializar la educación, se ha convertido en un mecanismo de movilidad social, espacio de debates, convivencia de conocimientos variados y puente para la obtención de programas de becas que facilitan, además, profundizar la cooperación entre las naciones.

Profesora del Crusam en la UP. Socióloga.
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