• 19/10/2024 00:00

Un nuevo presidente para el Tribunal Electoral

El país demanda una institución sólida, imparcial y moderna, capaz de responder a los desafíos del siglo XXI y de velar por la correcta conducción de los procesos electorales

La designación de Narciso Arellano Moreno como nuevo magistrado del Tribunal Electoral (TE) por parte del presidente José Raúl Mulino ha sido recibida con una aceptación unánime, lo cual abre una ventana de oportunidad para que la institución emprenda desde una nueva presidencia la renovación de liderazgo que necesita con urgencia.

Tras las pasadas elecciones, el TE experimentó un desgaste considerable en su credibilidad ante la ciudadanía, siendo objeto de cuestionamientos sobre su transparencia y eficacia en el manejo de los procesos electorales. Esto ha creado la necesidad urgente de un cambio, de una gestión que recupere la confianza de los panameños y que esté a la altura de los retos que se avecinan. La oportunidad se plantea este próximo mes de enero cuando debe elegirse un nuevo presidente del importante organismo.

Arellano Moreno, quien reemplazará a Eduardo Valdés Escoffery a partir del 1 de enero de 2025, trae consigo una trayectoria impecable de más de cuatro décadas de ejercicio profesional y académico en el derecho. Egresado de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad Santa María La Antigua (USMA), institución en la que además desempeñó roles de liderazgo como director de la Escuela de Derecho y decano de la Facultad, Arellano ha demostrado una vocación incuestionable por el servicio público y la justicia.

Su experiencia en el campo judicial y electoral es vasta. Ha sido magistrado suplente del Primer Tribunal Superior de Justicia y desde 1986 ha ejercido en la prestigiosa firma Arellano & Asociados. Adicionalmente, su experiencia como secretario de la Junta Nacional de Escrutinio en dos procesos electorales le otorga un conocimiento de primera mano sobre el funcionamiento de los comicios en el país, lo que es vital para el puesto que ocupará en el TE. Este nuevo capítulo en la vida institucional del Tribunal Electoral debe ser aprovechado para proyectar un liderazgo renovado que, bajo la dirección de Arellano, fortalezca el camino de la estabilidad y la independencia. La institución enfrenta desafíos cruciales, como la mejora en la organización y supervisión de futuros procesos electorales, el fortalecimiento de la cultura democrática y la implementación de nuevas tecnologías que garanticen la seguridad y la rapidez en los escrutinios.

La temprana implementación y análisis del Plan General de Elecciones así como las posibles reformas electorales, generarán sin duda interés tanto de los partidos, como de los independientes así como de la sociedad organizada. Estos retos solo pueden ser asumidos con un liderazgo nuevo, capaz de convocar a todos los actores políticos y sociales del país a un diálogo constructivo en torno al fortalecimiento de nuestra democracia.

Narciso Arellano Moreno está en una posición privilegiada para encabezar este esfuerzo, no solo por su reconocida experiencia profesional y académica, sino también por su vocación de servicio y su integridad, cualidades esenciales para liderar el cambio que el Tribunal Electoral necesita.

Su llegada al cargo es una oportunidad para que la institución recupere la confianza de la ciudadanía y se reposicione como garante de procesos justos y transparentes. No podemos permitir que esta oportunidad se pierda.

El país demanda una institución sólida, imparcial y moderna, capaz de responder a los desafíos del siglo XXI y de velar por la correcta conducción de los procesos electorales. En Narciso Arellano Moreno, el Tribunal Electoral tiene un magistrado con el perfil sólido para cumplir esta misión y devolver a la ciudadanía la certeza de que su voto será respetado y su voz, escuchada.

Mulino tomó el primer paso en hacer una designación impecable. Ahora corresponde a los magistrados del TE estar a la altura de ese gesto.

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