• 07/05/2024 15:23

Un futuro sostenible para Panamá: La importancia de la gestión ambiental en la minería

La minería sostenible es fundamental para garantizar un futuro próspero y equitativo para las generaciones venideras.

En un mundo que cada vez más se inclina hacia la sostenibilidad y la innovación tecnológica, la industria minera se encuentra en un punto crucial. Se enfrenta al desafío de satisfacer la creciente demanda de recursos como el cobre, mientras se mantiene respetuosa con el medio ambiente y las comunidades locales.

Sin embargo, esta tarea no es imposible. De hecho, con una planificación adecuada y una gestión ambiental rigurosa, los proyectos mineros pueden no solo mitigar los problemas ambientales, sino también evitarlos por completo.

La minería, históricamente asociada con la contaminación y el agotamiento de los recursos naturales, está experimentando una transformación impulsada por la tecnología y las regulaciones ambientales más estrictas. Las empresas mineras están adoptando prácticas más responsables, utilizando tecnologías de vanguardia para minimizar su impacto en el entorno.

Un buen ejemplo de esta tendencia es el auge del cobre. Según estimaciones de Trafigura, grupo líder en la materia, fundado hace 30 años y uno de los principales comerciantes de materias primas, dice en su último reporte, que el consumo de cobre se espera que aumente en al menos 10 millones de toneladas métricas en la próxima década. Este aumento se debe en gran parte a la creciente demanda de vehículos eléctricos, la implementación de energías renovables y el desarrollo de tecnologías avanzadas como la inteligencia artificial y la automatización.

La importancia del cobre en estos sectores clave del futuro resalta la necesidad de una minería responsable y sostenible. La extracción de cobre, si no se realiza de manera adecuada, puede tener graves consecuencias ambientales, incluida la contaminación del agua, la degradación del suelo y la pérdida de biodiversidad. Sin embargo, con una planificación cuidadosa y la implementación de tecnologías avanzadas, es posible minimizar estos impactos y garantizar que la minería beneficie tanto a las empresas como a las comunidades locales.

La gestión ambiental desempeña un papel fundamental en este proceso. A través de la evaluación de impacto ambiental, el monitoreo continuo y la implementación de medidas de mitigación, las empresas mineras pueden asegurarse de que sus operaciones cumplan con las normativas ambientales y protejan los ecosistemas circundantes, tal como lo estaba haciendo Cobre Panamá, que no solo se dedicaba a la extracción sino que mantenía económicamente, la protección y conservación de tres áreas protegidas en el sector del Corredor Biológico Mesoamericano, del Atlántico panameño.

Además, la reforestación, la restauración de hábitats y la gestión adecuada de los residuos son prácticas cada vez más comunes en la industria minera moderna y aquí en Panamá, lo podemos comprobar.

No obstante, la importancia de la gestión ambiental va más allá de simplemente cumplir con las regulaciones. En un mundo cada vez más consciente del cambio climático y la sostenibilidad, las empresas que no adopten prácticas ambientalmente responsables corren el riesgo de perder su licencia social para operar y enfrentar sanciones económicas y legales. Además, el impacto reputacional de una mala gestión ambiental puede ser devastador para una empresa, afectando su relación con los inversores, los clientes y la comunidad en general.

Además, no podemos pasar por alto el aspecto económico de la minería sostenible. Si bien es cierto que implementar tecnologías más limpias y seguir normativas ambientales puede implicar costos adicionales para las empresas mineras a corto plazo, a largo plazo, estas inversiones pueden generar beneficios significativos.

Las empresas que adoptan prácticas sostenibles están mejor posicionadas para atraer capital de inversión, acceder a nuevos mercados y garantizar su viabilidad a largo plazo en un mundo que valora cada vez más la responsabilidad corporativa.

Finalmente, es crucial reconocer que el futuro de la industria minera está intrínsecamente ligado al desarrollo sostenible a nivel global. Los recursos naturales son limitados, y su explotación irresponsable como en el caso de la extracción ilegal de minerales, que es lo que sucede cuando las empresas y las autoridades son sacadas como ocurrio en los proyectos Cobre Panamá en Panamá, Crucitas en Costa Rica y Tambogrande en Perú y entran los grupos ilegales, no solo tiene consecuencias ambientales, sino también económicas y sociales. Si no aprovechamos los recursos que tenemos de manera responsable, Panamá, corre el riesgo de quedar rezagada en el desarrollo mundial y quedar perpetuada el estancamiento del tercer mundo.

Por eso, la minería sostenible es fundamental para garantizar un futuro próspero y equitativo para las generaciones venideras. Al adoptar prácticas responsables y centrarse en la gestión ambiental, las empresas mineras pueden no solo mitigar los problemas ambientales, sino también contribuir activamente a la construcción de un mundo más sostenible y justo para todos.

El autor es especialista en gestión y planificación ambiental

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