• 29/06/2013 02:00

La composición musical típica panameña

Las primeras piezas musicales típicas, tal y como hemos mencionado en otros artículos, fueron elaboradas por verdaderos maestros;

Las primeras piezas musicales típicas, tal y como hemos mencionado en otros artículos, fueron elaboradas por verdaderos maestros; casi todos eran capaces de interpretar una pieza musical de otro compositor leyéndola directamente del pentagrama. Caso de Francisco ‘CHICO PURIO’ Ramírez, Abrahán Vergara, Arcadio Molina, solo para mencionar algunos de su época.

También hemos insistido en que en vista de que eran músicos académicos, estos ponían mayor empeño en la pieza musical propiamente dicha, dándole un poco menos importancia a la lírica, limitándola e impidiendo una expresión más completa del sentimiento del compositor. Situación que siempre me dejó un poco de inquietud, porque la música de las piezas viejas generalmente son muy hermosas, sentimentales unas, muy alegres otras, dependiendo del ritmo que el compositor elegía, pero solo en la ‘cumbia’ (o rumba como la llaman hoy) había un verso que todos cantábamos, pero sin mayor contenido; como por ejemplo: La Linda Ballesteros de Abrahán Vergara, que solo al final en la cumbia dice:

Se va la linda Ballesteros,

Se va pa’ Panamá

Y el consuelo que me deja (queda)...

Que yo me voy detrá’.

De JUANCITO Molina pongo como ejemplo, El Chaparro; pieza que no tiene letra, solo melodía, eso sí, con mucha inspiración.

La Nueva Línea de la Miel o La viudita de la Miel de TEMI Vargas que los bailadores le agregaron, porque caía muy bien a la música, los siguientes versos:

Baila bien, baila bien

La viudita de la miel.

Artemio Córdoba, repite la misma metodología en uno de los grandes éxitos musicales de su época y que mantiene actualidad: Pueblo Nuevo; su letra se limita a:

Yo me voy, yo me voy…

Yo me voy pa pueblo nuevo.

Igual ocurre con la cumbia de Alcides Alba: Adiós Florecita Blanca; que solo nos dice:

Adiós Florecita Blanca

Adiosito que me voy.

Que me voy...

Que me voy por la mañana,

Adiós florecita blanca...

Adiosito que me voy.

Nuestra música típica tradicional está llena de ejemplos como los que he mencionado.

Casi ninguna de las composiciones salía de esta técnica musical y esta situación se repite hasta finales de los años sesenta del siglo pasado, cuando irrumpen compositores sobresalientes como Arquímedes ‘MELLI’ Herrera, que, aunque sigue esta metodología, en sus primeras piezas musicales como la titulada: Como sufre MELLI, y que en todo el tema musical solo repite:

Como sufre MELLI…

Por su CHICHI linda.

Una vez logra el éxito irrumpe con: Que Lindo es Santo Domingo, dedicada a su pueblo natal, en donde se explaya con su fecunda lí rica, convirtiendo ésta en un himno para los TETEÑOS (Santodomingueños).

Igual ocurre con el profesor Atenógenes Céspedes, que aparece en el panorama musical con una pieza cuyo romanticismo queda de manifiesto demostrando que es posible expresar con música, palabras y con verso cualquier tipo de sentimiento humano, con aquella inolvidable pieza: Ya me olvidé de ti.

Siguen sus pasos otros nuevos compositores y algunos verdaderos maestros de las melodías típicas y de las letras de piezas musicales sobresalientes, entre muchos otros menciono a compositores como: EDY Gutiérrez con piezas como: Perdí tu amor; Hernán Vergara con: Un recuerdo de La Palma; CARLITOS Cedeño con: Un sufrimiento más; MABIN Moreno con: Sin poderla olvidar o Cantinero; TITO Zambrano cautiva al público bailador con: Luna Tableña; CHIN Carrizo nos impacta con: Julia; Moisés García con: Triste situación; este servidor con: Ausencia; Juan ‘JAJAJA’ Calderón con: Por tu decencia; Carlos Cleghorn se inspira y compone: El Pañuelito; Edwin Ceballos sorprende a los bailadores con: Me gusta como eres; Alfredo Chávez con: Tu primer amor; Carolina de Pérez nos deleita con: Catania en el Festival; El TORO DE LA LLANURA: Después de muerto pa’qué; CHAGO Gutiérrez con: El Secretico que yo tengo... y así nace una nueva forma o variante de componer la música típica popular panameña.

Esta nueva corriente musical típica tuvo mucho éxito, gracias a la buena acogida de músicos del acordeón como: Dorindo, Victorio, Ulpiano, Osvaldo, SAMY, YIN y casi toda la nueva generación de acordeonista, como: El Oscar de la cumbia, RAULITO Aparicio, Víctor Bernal, Alejandro Solís, Chimino Moreno, PANCHO De Gracia y muchos otros, que admiten como buenas las nuevas piezas musicales típicas con las letras adecuadas.

Otros jóvenes y buenos compositores van abriendo camino en esta nueva corriente, tales como: Máximo Saavedra, CHICHI Céspedes, Generino ‘NINO’ Barrios, Cristian Cedeño, Juan Carlos Rodríguez; CELSITO Quintero, Edward Cedeño, Rodrigo González, RUBENCITO Villarreal, entre otros de los que aún no tengo referencia.

Es muy halagador manifestar en este trabajo que la música típica popular panameña tiene mucho soporte en la composición musical; sin embargo, y muy humildemente, sugiero a esta nueva generación que cultive, como hizo la mía, los géneros musicales propios de nuestra tierra.

Los boleros y baladas no son parte de nuestra música típica panameña, ni tampoco los pase-bols, ni los porros, ni merengues; conservemos en lo posible nuestras tradicionales cumbias y danzones cumbias.

Es muy importante que tengamos en alta consideración que no debemos sacrificar la buena música por la buena letra de las composiciones, debemos buscar y lograr un buen equilibrio en ambos aspectos; no componer especies de letanías disonantes ni copiar temas de otros lares. Tratemos de mantener siempre el apego a los esquemas tradicionales, hasta donde sea posible y adornarlas, claro está, con creaciones propias u originales.

FOLCLORISTA, COMPOSITOR Y ESCRITOR.

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