• 20/02/2015 01:00

Sobre el Carnaval tableño

Debo empezar por decir que no tuve la dicha de nacer en el interior, sino que soy capitalina; eso sí, enamorada de nuestra campiña.

Debo empezar por decir que no tuve la dicha de nacer en el interior, sino que soy capitalina; eso sí, enamorada de nuestra campiña. La alegría embarga mi corazón cuando sabe que cruzaré el puente... Ya en Azuero, La Arena de Chitré es una parada obligatoria para disfrutar de las rosquitas, melones y sandías.

Más allá de la gastronomía, volvamos a lo que nos ocupa: el carnaval tableño. No deja de impresionarme la capacidad organizativa que tiene la ciudad de Las Tablas, en especial las dos tunas. Quizá, el éxito del carnaval tableño radica, justamente, en el hecho de que desde el entierro de la sardina, ya ambas calles están trabajando en la celebración del año siguiente.

¡En la ciudad de Las Tablas hay talento y con calidad de exportación! Léase: diseñadores, maestros orfebres, maquillistas; las artesanas que con sus manos diestras le dan vida a las polleras y trajes de fantasía, así como los creadores de los carros alegóricos. ¡Cuánta creatividad hay en quienes componen las tonadas y ni hablar de la energía de la murga, que literalmente hace vibrar al pueblo!

Aquello de ‘garbo y donaire’ es muy cierto allá. Recuerdo que tenía apenas 14 años, cuando fui por primera vez al carnaval tableño, invitada por mi compañera de escuela y amiga Lesbia Muñoz. Nos fuimos una semana antes, así que viví la práctica de tonadas, y regresamos tras el carnavalito. Fue una experiencia maravillosa donde aprendí a valorar y respetar esta tradición.

Precisamente, ese gusto por el carnaval tableño y ciertos comentarios en redes sociales me movieron a escribir esta columna. Más de uno dejaba su comentario sobre la necesidad URGENTE de que ambas reinas salgan más temprano, principalmente, durante los desfiles nocturnos, porque el ahínco que le imprimen es tan grande, que resulta una pena que no se aprecie por todos.

Como simple espectador, uno se pregunta: ¿cómo es posible que teniendo a una de las televisoras comerciales más importantes del país con una transmisión en directo, desde el Parque Porras, sea pasada la medianoche y nada que ver en pantalla?

Considero que por respeto a los propios artífices de este carnaval, tanto Calle Arriba como Calle Abajo deberían salir más temprano, a eso de las 9:30 p. m., de modo que puedan darle varias vueltas al parque y lucir todo ese esfuerzo. ¿No creen que los espectadores se lo merecen? Ustedes también y las pequeñitas que se visten desde temprano, pero que la mayoría de las veces son vencidas por el sueño antes de que la carroza arranque.

¡Gracias a ambas soberanas por brindarnos, como cada año, tanta alegría y majestuosidad!

PERIODISTA

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