• 25/01/2016 01:00

Señor presidente: convoque a un referéndum o renuncie

Señor presidente: creo que hablo el español muy bien. Recuerde que soy escritor y que me he ganado el premio Ricardo Miró 

Señor presidente: creo que hablo el español muy bien. Recuerde que soy escritor y que me he ganado el premio Ricardo Miró. Usted ha leído mis artículos, tal como se me ha informado, pero eso no ha pasado de un efímero disgusto. Soy una persona que converso con la gente y recibo información directa o indirecta. No he escuchado a nadie que esté complacido con su gestión. Escucho por doquier la palabra decepción y hasta disgusto. Existe un descontento generalizado de su gestión, porque tiró sus promesas el cesto de la basura. Su presencia últimamente en los medios televisivos cortando cintas o echando tierra con una pala, no les sirven de nada. Hemos visto a presidentes que han hecho lo mismo y las obras no progresan o, al final, resultan ineficaces. La gente quiere ver hechos.

El escándalo que se ha escenificado en los últimos días en la Corte Suprema de Justicia (CSJ) era algo que ya se conocía y por cierto, no tiene parangón en nuestra historia. Todos sabíamos que el expresidente Ricardo Martinelli Berrocal llamaba por teléfono a uno de sus mandaderos y enseguida les flaqueaban las canillas. Los que ganaron el puesto de los más obedientes fueron Alejandro Moncada Luna, Benavides y Ayú Prado, quien tiene a la fecha varias denuncias en la Asamblea Nacional (AN), y que usted mandó al recién nombrado magistrado Cedalisse a votar por él como candidato a la Presidencia de la CSJ, a pesar de que usted dice públicamente que no se inmiscuye en los temas de los otros órganos del Estado, lo que provoca mayor indignación en la población, ya que no solo se siente indignada por sus falsas promesas, sino porque los está tratando como pobres tontos.

Yo le quisiera pregunta a usted, Señor presidente, ¿dónde está la transparencia que usted prometió? Todos recordamos que usted habló de solicitarle la renuncia al magistrado José Ayú Prado, una persona estrechamente vinculada a Martinelli Berrocal. ¿Explique por qué no lo hizo?, y encima ordena que se le nombre presidente de la Corte. Tienen que ser unos cretinos aquellos que piensan que usted no hizo más que nombrarlo como magistrado y este señor a los minutos de sentarse en la silla levantó la mano para postular a Ayú Prado. Usted se lo ordenó, señor presidente. Tenga el coraje de aceptarlo. También tiene que aceptar que nombró a la magistrada Angela Russo de Cedeño, cuando usted sabe bien que su esposo está vinculado a personas que están detenidas en los EE.UU. por narcotraficantes. ¿Cree usted que ese nombramiento fortalece la transparencia que usted prometió?

Ahora usted está fomentando en la Corte y en la AN que se le juzgue al magistrado Harry Díaz, el fiscal que está solicitando que se le extradite a Martinelli Berrocal. Esto va a terminar en el enjuiciamiento del citado magistrado y su destitución del cargo. Eso le asegura que además de Ayú Prado, Hernán De Leon, Luis R. Fábrega, Angela Russo y Cecilio Cedalisse, va a ocupar el puesto otro magistrado afín a sus propósitos.

El pacto no escrito que tiene Ud. con Ricardo Martinelli Berrocal es que se le va a solicitar la extradición, se le va a juzgar y dejar en libertad. Pero para eso tiene que asegurarse la mayoría simple. Usted no se va a arriesgar. No me sorprende que también le inventen un delito a Jerónimo Mejía. Si a una persona se le extradita por la comisión de un delito y se deja en libertad, no se puede volver a extraditar, y como los únicos delitos que no prescriben son los vinculados a lesiones personales, materiales o morales, queda el expresidente exento de los demás, que sí prescriben. De manera que en un par de años regresará el Sr. Martinelli Berrocal libre de polvo y paja.

Ante estos actos bochornosos que lesionan gravemente la dignidad nacional a usted, señor presidente, le quedan dos opciones: acogerse al artículo 2 de la Constitución que señala taxativamente que el poder público solo emana del pueblo y convocar a un referéndum para que el pueblo decida si los magistrados de la CSJ se quedan o se van, o bien, renuncié, para que regrese la armonía y la paz a la población, y evitar así el golpe de Estado que está germinando.

MÉDICO

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