• 23/04/2011 02:00

La tradición de guardar en Semana Santa

La Semana Santa o Mayor es una de las celebraciones más significativas para todos los cristianos. En ella conmemoramos la pasión, muerte...

La Semana Santa o Mayor es una de las celebraciones más significativas para todos los cristianos. En ella conmemoramos la pasión, muerte y resurrección de nuestro Señor Jesús quien murió para salvarnos y darnos la vida eterna.

Alrededor del mundo estas fechas se celebran con más fervor en unas partes que en otras. Cada país la ha adoptado según sus creencias y costumbres.

Una de las que más arraigo tiene es la de GUARDAR en estos días; es decir, abstenerse de comer carne, lo que parece contradictorio, tomando en cuenta que en la última cena, Jesús enseñó a sus discípulos a que comieran de su carne y bebieran de su sangre. En la Biblia no dice por ningún lado que no se pueda comer carne.

Los más tradicionalistas atribuyen esta costumbre para castigar su cuerpo y compartir con Jesús todos los sufrimientos que Él padeció durante el Vía Crucis.

Durante estos últimos tiempos, la doctrina cristiana ha adoptado una postura más espiritual y promulga que la tradicional abstinencia de carne puede reemplazarse con el ayuno espiritual, privándonos de lujos, del celular y del Internet, practicando la solidaridad con nuestros semejantes y una constante oración para acercarnos más a Dios.

Las penitencias pueden ser muchas otras como: participar del Vía Crucis, rezar el Rosario y fortalecer el contacto con Dios, evitar los vicios y la superficialidad. No es tanto lo que uno come o deja de comer, sino el sentido que uno le da.

Finalmente, la Semana Santa es una fecha que nos invita a dejar de lado un poco el beneficio personal, para preocuparnos más por el prójimo. Debemos ser más generosos con nuestros semejantes. Practiquemos, por ejemplo, la abstención de ciertos lujos o gustos, como el vino o comer postre. Estos sacrificios significan un ahorro, que bien puede ser destinado a la limosna a compartirlo con los más necesitados. No hay conquistas sin sacrificio ni solidaridad.

Todos de alguna manera cargamos una cruz, con nuestros problemas y preocupaciones, pero también es bueno saber que siempre habrá una luz al final del túnel.

*EDUCADOR.

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