Ruptura

Con el nuevo libro que se depositó en mis manos, me di cuenta de que, por mucho tiempo, viví en la completa oscuridad, esa que llega cuando uno piensa conocer sobre un tema, pero que en realidad uno es un completo neófito.

El faro que destruyó la oscuridad de mis pensamientos es el libro de Antonio Escohotado, “Los enemigos del comercio”, pues ahí donde creía que el trabajo bajo condiciones de igualdad era básicamente una invención y producto de la revolución burguesa, Escohotado nos dice que desde el siglo V antes de Cristo el trabajo libre empuja y hace prosperar a una amplia clase media. Esta clase media sembró la semilla de su propia destrucción al utilizar sus excedentes para comprar de forma masiva mano de obra esclava y esta nunca llegó a tener el interés necesario para mantener la productividad realizada por un hombre libre y es así que un estadista como Solón nos dice “para socorrer a la poli lo único útil es estimular y dignificar el trabajo del hombre libre”.

Pero lo que nos dice Escohotado no se presenta de manera afirmativa, sino más bien que nos brinda las pruebas necesarias para que el lector la pueda revisar y de esta forma indagar su propio punto de vista.

El libro, desde sus inicios, se dedica sistemáticamente a destruir una serie de falsedades históricas que nos vienen enseñando desde la secundaria y, aunque trata de temas complejos, se lee como un ensayo ameno y cordial.

Una de esas tantas falsedades que destruye es la idea, muy en boga en nuestro tiempo, de la renta básica, pues parece un concepto relativamente nuevo y que solucionaría el problema de la ineficaz distribución de la riqueza, pero Escohotado nos lleva en el camino del redescubrimiento, al decirnos que, aunque en el pasado tenía otro nombre, ya existía desde el siglo II a. C., con el denominado sistema de Annona.

Si usted está dispuesto a destruir y romper con su antigua forma de pensar, le invito a leer este libro.