La carne, nueva novela de Rosa Montero

Rosa Montero (Madrid 1951) escritora, periodista, publica La carne , donde presenta la situación de adultos mayores rechazados por sus parejas, compran compañía y sexo para sentirse deseados, vivos. Reflexiona sobre la crisis económica en España, el paso del tiempo, la muerte, los trastornos psicológicos, las vidas de gemelos idénticos, la locura, el culto a la juventud y belleza, la decadencia de la carne, al envejecimiento, la decrepitud.

Sufre un desengaño amoroso producto de su relación clandestina con Mario, casado, veinte años menor, decide cortar de raíz, su joven esposa está esperando un hijo. Como venganza, contrata en una agencia, a Adan, gigoló ruso, de 32 años para que la acompañe a la opera y restregarle a su antiguo amante que puede conseguir un joven más guapo que él, ostentarlo como macho de exhibición. Paga 600 euros, cantidad considerable, más aún en un país en una severa crisis económica, simula sentirse triunfante, deseable, conquistadora. Consigue su propósito, Mario la llega a ver con su trofeo. Al salir del Teatro Real, es testigo de un atraco a la abarrotería de chinos donde ella compra. Adan atrapa al malhechor que robó y apuñaló al dueño del local. Luego de este hecho de sangre lo lleva a su apartamento.

Comienza una aventura amorosa pagada, con Adan, a quien explota sexualmente y psicológicamente. Abandonado por sus padres, creció en un orfelinato, sufre la pérdida de su hermano gemelo adoptado por una enfermera, más nunca lo vio. Herido, emigra a España, buscando salvarse, cae en manos de una mafia china dedicada al comercio sexual. Electricista, sobrevive, dedicado a la prostitución masculina. Ama a una mulata brasileña con quien vive. Soledad empieza a espiarlo, visita la mujer del ruso para sacar información. Después de cierta edad, cierta compañía y sexo debe pagarse. Soledad siente miedo, tristeza, alejamiento, abandono, nostalgia, falta de valor ante una vida sin sentido, que para ella es una basura. Piensa en el festín de la carne, en el orgasmo que nos lleva a la gloria, a romper con el tiempo y el espacio, rozar con la eternidad por segundos. Medita sobre el desgaste de la piel y los medicamentos, cremas y ungüentos que utiliza para luchar contra el ultraje de los años. Porque vive en una sociedad que no acepta la vejez ni a mujeres solas.

Soledad tiene una hermana gemela, esquizofrénica, recluida en un hospital psiquiátrico, la visita los miércoles. Se ve reflejada en Dolores, avejentada, deteriorada física y psíquicamente, el espejo de lo que ella puede llegar a ser. De niñas las confundían, eran iguales. Cada vez que va al asilo, siente que puede terminar loca, teme ser como ella, no ser amada, rechazada, abandonada. Asustada ante el paso del tiempo que encoje, envilece, se pregunta si su vida no ha sido un fracaso total, un fraude.

Enfrentada al desamor, al desgaste físico de Dolores, su otro espejo, aislada del mundo, perdida la razón y todo lo que valora. Contrasta su vida activa, Soledad, ama el éxito y la fama, lleva sesenta años, vividos intensamente, sin hijos, quiere sentirse joven, cuida su figura, rechaza el paso del tiempo. Licenciada en Historia del Arte, célebre comisaria de exposiciones, triunfadora en el mundo del arte, prepara una exposición Arte y locura que trata sobre escritores malditos, atesora biografías reales de personajes conflictivos como Guy de Maupassant, Josefina Aznárez, Philip Dick, María Lejárraga, María Luisa Bombal que hacen de esta obra una lectura más interesante e instructiva.

Teme al fracaso en su vida profesional, una joven arquitecta la está desplazando, acosando laboralmente. Empieza a sentirse insegura ante una paulatina falta de autoridad en el comisariado donde prepara la exposición para la Biblioteca Nacional. Siente la fuerza de la edad, su cuerpo le está mostrando que ya ha perdido la lozanía y que otras más jóvenes la están reemplazando.

PSICÓLOGA, ESCRITORA Y DOCENTE UNIVERSITARIA.