Riesgos inminentes: Concentrado de cobre en Cobre Panamá, una llamada urgente a la acción

En el corazón de la provincia de Colón, en el Proyecto Cobre Panamá, se desarrolla una situación de riesgo ambiental y. a la salud humana que clama por una intervención inmediata. La empresa Minera Panamá S.A., con su proyecto Cobre Panamá, ha anunciado en sus últimos comunicados que ha buscado la manera legal, de sacar las 120,000 toneladas de Concentrado de Cobre, almacenadas en una galera que mide 40 metros de alto por 180 metros de largo, no fue diseñada para tener tanto material por periodos muy largos, ya que el proceso al ser un proceso constante, requería que cada cierto tiempo, el Concentrado de Cobre, fuera almacenado y bombeado a barcos especiales para transportar dicho material para su salida a las diferentes compañías que le daban su tratamiento final . Sin embargo, el Estado panameño aún no ha dado el visto bueno necesario para proceder, dejando en vilo la seguridad ambiental y la salud de las comunidades circundantes.

La capacidad de almacenamiento de este depósito no está diseñada para mantener una cantidad tan grande de material durante períodos prolongados, como se ha mencionado anteriormente. El material ya ha excedido los tres meses de espera para su exportación, que es el límite máximo recomendado por los expertos. La suspensión abrupta de estas exportaciones fue resultado de los bloqueos ilegales y amenazas de “lancheros” y grupos radicales, y también se ha visto afectada por el fallo de la Corte Suprema de Justicia y la Ley 407, junto con las solicitudes del MICI. Esto ha transformado lo que debería haber sido una operación rutinaria en una potencial crisis ambiental.

A medida que el tiempo avanza, se han identificado signos preocupantes dentro de la galera. Los datos de los últimos informes técnicos indican que la humedad del concentrado de cobre ha disminuido del 8.7% al 7%, un descenso que acelera el secado y amenaza con desestabilizar las imponentes pilas de material. Este escenario plantea un riesgo inminente de dispersión del concentrado en el aire, con consecuencias adversas para la salud humana y el entorno ambiental.

Adicionalmente, la temperatura dentro de la galera ha escalado dramáticamente, alcanzando los 72 grados centígrados. Esta cifra representa una seria amenaza de ignición, exacerbada por la oxidación del concentrado y la liberación de Sulfuro de Hidrógeno (H2S), un gas altamente peligroso para el ambiente y la salud humana. Además de dichos informes, en las redes sociales se puede apreciar anális tomados por los especialistas y encargados del control de lo almacenado en la galera, que el día 11 de enero d 2024 en presencia de autoridades, grupos de la sociedad civil y ONG´s como CIAM, pudieron corroborar estos aumentos de temperatura y disminución de la humedad de forma directa.

Hasta el día de hoy, la situación persiste y la necesidad de una acción decisiva es más urgente que nunca. Es imperativo que el Estado panameño, brinde la aprobación necesaria para la exportación del concentrado de cobre antes de que se desencadene una catástrofe ambiental y de salud pública.

La colaboración entre la empresa Minera Panamá y el Estado es esencial para abordar este problema de manera efectiva. La solución adecuada, no solo protegerá a las comunidades circundantes y al medio ambiente, sino que también abrirá la puerta a ingresos necesarios que se necesitan para continuar con los planes establecidos.

Estos ingresos pueden ser una fuente de apoyo para la continuidad del Plan de Preservación y Gestión Segura, una parte vital en esta transición de la mina, que como todos sabemos, este plan ya implica una inversión significativa, estimada en 20 millones de dólares al mes.

Es el momento de trascender las barreras y actuar en pro de la seguridad y el bienestar de todos. La exportación del Concentrado de Cobre apilados en el proyecto Cobre Panamá, no solo es una necesidad inmediata, sino también una oportunidad para hacer las cosas bien. La responsabilidad y la acción rápida del gobierno, son nuestra mejor defensa contra los riesgos ambientales que enfrentamos.

El autor es Especialista en Gestión y Planificación Ambiental