Reapertura de la mina de cobre: ideas para hacerlo bien

Ahora que el presidente ha manifestado que tiene ideas novedosas para cambiar el esquema de una mina, consideré necesario ofrecer algunas ideas para la reapertura de la mina de cobre, a fin de ayudar a asegurar que ésta se realice de manera responsable y sostenible, minimizando los impactos ambientales, en la salud humana, y maximizando los beneficios para el país.

Subrayo de entrada que, necesitamos con urgencia ese 5 % del PIB que representaba la minería. Pero esa búsqueda requiere de una amplia y efectiva participación social para que —cumpliendo con los preceptos democráticos— seamos los ciudadanos quienes aprobemos —en un plebiscito— lo que se vaya a hacer, y no nos sorprendan como lo hizo el gobierno anterior al intentar aprobar un contrato que, a la postre —luego de protestas multitudinarias, grandes pérdidas económicas y dos fallecidos— fue declarado inconstitucional y anulado. No podemos ni queremos volver a pasar por eso.

En ese sentido —esperando contribuir a la estrategia que según el presidente está trabajando el gobierno— les presento a continuación un resumen de las principales recomendaciones sobre cinco aspectos que considero clave a considerar: el cumplimiento ambiental riguroso; los beneficios económicos para Panamá; la participación y beneficio de las comunidades locales; la gobernanza y transparencia, y; las implicaciones políticas y sociales.

Lo primero es asegurar el cumplimiento con las normativas ambientales a fin de que la reapertura de la mina no cause daños irreparables al medio ambiente, ni a la salud de las personas. Es crucial que las entidades gubernamentales encargadas de la supervisión cuenten con los recursos necesarios para desempeñar su labor de manera eficaz y transparente.

Por otro lado, dado que la reapertura de la mina de cobre ofrece una oportunidad significativa para el desarrollo económico de Panamá, es esencial y obligatorio establecer los mecanismos para que estos beneficios se distribuyan de manera justa y contribuyan al desarrollo sostenible del país. En ese sentido, es recomendable evaluar —nuevamente— la rentabilidad del proyecto. Esta evaluación debe incluir, por lo menos: realizar un estudio económico completo para determinar la viabilidad del proyecto, y; considerar la posibilidad de diversificar la producción minera, explorando otros minerales que puedan encontrarse en el área y que puedan ser comercializados junto con el cobre.

Es igualmente vital que las comunidades locales, especialmente las más cercanas a la mina, se beneficien directa y equitativamente del proyecto. Este enfoque debe ser inclusivo, respetando los derechos de los pueblos indígenas y promoviendo la equidad de género en la participación y beneficios.

Será fundamental garantizar una gobernanza robusta y la transparencia absoluta en todos los procesos. Son esenciales para que la reapertura y posterior cierre de la mina se lleve a cabo de manera responsable. La independencia de las instituciones reguladoras, la transparencia en la gestión de los recursos y la lucha contra la corrupción son aspectos clave para garantizar la confianza pública y el desarrollo sostenible.

No menos importante es incorporar la inversión en Innovación. Para ello deberá garantizarse el fomento de la investigación y el desarrollo (I+D) sobre nuevas tecnologías de minería, recuperación de metales y tratamientos de aguas residuales. Debemos tener presente que la innovación puede contribuir a reducir los costos operativos y mejorar la sostenibilidad de la operación.

En ese sentido, es igualmente necesaria la colaboración con instituciones académicas y centros de investigación en proyectos que busquen desarrollar nuevas metodologías o tecnologías para la minería que sean más amigables con el medio ambiente. Por ello es imperativo incorporar a nuestra Senacyt en este proceso.

Finalmente, es obligatorio reconocer que, la reapertura de la mina de cobre en Panamá tiene profundas implicaciones políticas y sociales. El país se enfrentará a una polarización creciente, con un debate intensificado entre los que apoyan la minería por sus beneficios económicos y los que la rechazan por sus posibles efectos negativos en la salud ambiental y humana. Será esencial manejar estos conflictos de manera efectiva para evitar tensiones políticas y sociales.

Algunas sugerencias para superar este posible atolladero incluyen: llevar a cabo un diálogo inclusivo y muy informado para tratar estas diferencias y buscar soluciones consensuadas; respetar los derechos territoriales y culturales de los pueblos indígenas, asegurando que sus voces sean escuchadas y sus derechos sean respetados; implementar medidas para garantizar que los beneficios lleguen a todas las comunidades afectadas, y; fortalecer las instituciones gubernamentales para asegurar que la minería se gestione de manera transparente y conforme a la ley, generando confianza en la sociedad.

La reapertura de la mina de cobre en Panamá representa una oportunidad significativa para el país, pero también implica riesgos. Si se implementan las recomendaciones propuestas —más las que propongan los expertos que serán convocados a desarrollar le estrategia necesaria—, especialmente en cuanto a cumplimiento ambiental, beneficio económico justo, participación comunitaria, gobernanza y transparencia, Panamá podrá maximizar los beneficios de la minería, minimizando sus impactos negativos y asegurando el bienestar a largo plazo de su población y su entorno.