• 20/03/2025 00:00

Marzo, mes de días ambientales reflexivos

Marzo es en nuestro haber el Mes de los Primates Neotropicales, que resalta la riqueza primatológica y retos de conservación de los primates en la Latinoamérica tropical. Es un mes cargado de significados y tareas educativas dirigidas a un público amplio porque se conmemoran once hitos ambientales de trascendencia global y local que nos invitan a reflexionar sobre el estado de nuestro planeta y el papel que desempeñamos como sociedad para protegerlo.

Se conmemoran fechas para reconocer que la naturaleza no es solo un recurso para el beneficio humano, sino una red interconectada de vida que exige nuestro respeto y cuidado.

De esta fecha hasta el final de mes nos quedan cinco días alusivos, el 20 de marzo, Día Mundial de la Rana. Las ranas con su piel tan sensible son sensores ambientales del bosque; son, sin dudas, indicadores clave de la salud de los ecosistemas. Su piel semipermeable las hace muy sensibles a los cambios ambientales, especialmente a la contaminación en todas sus formas y al cambio climático. Al ser organismos tan frágiles, muchas especies de ranas y otros anfibios están en peligro de extinción debido a la pérdida de hábitat, enfermedades de origen fúngico y la introducción de especies invasoras.

En Panamá, con una rica biodiversidad, tenemos la responsabilidad de proteger a estas criaturas para mantener el equilibrio ecológico. No olvidar que el planeta y sus recursos son elementos y recursos que debemos ayudar a proteger por milenios hacia el futuro.

El 21 de marzo, Día Internacional de los Bosques, nos confronta con una realidad incómoda: estos ecosistemas, considerados los más biodiversos del planeta en la América tropical, siguen siendo víctimas de la negligencia y la miopía humana. Mientras celebramos su importancia, avanzan la deforestación y un modelo de desarrollo que privilegia el cortoplacismo sobre la sostenibilidad. Según la FAO, los bosques neotropicales concentran el 57 % de los bosques tropicales del mundo, un patrimonio ecológico que, como región, estamos obligados a preservar. No obstante, este deber choca con dos barreras: el principio de soberanía nacional, que fragmenta la cooperación regional, y la falta de voluntad política de gobiernos que reducen lo ambiental a eslóganes vacíos, sin planes concretos ni soluciones verdaderas. El resultado es una paradoja devastadora: mientras los discursos se multiplican, la protección real de estos pulmones verdes sigue postergada.

Frente a esto, la educación ambiental emerge no solo como una herramienta, sino como un imperativo ético. Solo así formaremos ciudadanos críticos y líderes capaces de traducir las urgencias ecológicas en políticas públicas innovadoras y prácticas comunitarias responsables. La meta es clara: convertir la retórica en acción, y los bosques en símbolos de un desarrollo que respete los límites de la naturaleza.

El 22 de marzo es el Día Mundial del Agua, el líquido vital de la vida en cualquier planeta. El líquido que requerimos para todos los procesos de llamado desarrollo. Todo con ella, nada sin ella.

El agua es vida, pero, paradójicamente, enfrentamos una crisis hídrica global. Más 2.200 millones de personas carecen de acceso a agua potable segura, y el 80 % de las aguas residuales regresa al medio ambiente sin ser tratada. En Panamá, con buena abundancia de recursos hídricos, no estamos gestionando en campo estos recursos de manera responsable. Hasta la fecha, mucha retórica. En la práctica, un sobrevuelo sobre los bosques de las cuencas y un análisis de laboratorio desnuda la incapacidad del Estado hasta la fecha de proteger la cantidad y calidad de las aguas. Aún así, este día debe impulsarnos a valorar cada gota de agua y a trabajar por infraestructuras que garanticen el acceso universal al agua limpia y, lo más importante, proteger con bosques las fuentes de agua superficiales y subterráneas.

El 23 de marzo es el Día Nacional de los Bosques Urbanos de Panamá. Este día nació en el seno de la Universidad de Panamá con la filosofía de reafirmar que las áreas verdes y los ecosistemas de bosques asociados a espacios urbanos mejoran la relación que existe entre la sociedad y la naturaleza. Frente al urbanismo masivo y extendido, los bosques urbanos juegan un papel crucial en la calidad de vida de las ciudades. Los árboles en áreas urbanas reducen la temperatura ambiental, mejoran la calidad del aire, mitigan las inundaciones y ofrecen espacios recreativos. Sin embargo, muchas de nuestras ciudades panameñas carecen de suficiente vegetación y de áreas verdes dignas, lo que agrava problemas como el calor extremo y la contaminación del aire. Este día nos invita a repensar nuestras ciudades y pueblos, y a integrar más áreas verdes en su diseño, porque un entorno urbano saludable es sinónimo de una población saludable.

El 26 de marzo es el Día Mundial del Clima y nos recuerda que el clima está cambiando más rápido de lo que muchos esperábamos, y sus impactos ya se sienten en todas partes: sequías prolongadas, tormentas más intensas, olas de calor mortales y aumento del nivel del mar que nos come las costas y playas. Urgen acciones que nos lleven a una transición urgente hacia energías limpias, una economía circular y estilos de vida más sostenibles. Como nación, Panamá tiene la oportunidad de liderar este cambio aprovechando su posición estratégica y su riqueza natural. Puede ser un ejemplo, pero debe haber voluntad y resultados positivos y significativos.

Las cinco fechas mencionadas son compromisos que debemos asumir como sociedad e individuos. Como biólogo, sé que la naturaleza es resiliente, pero también frágil. Como ciudadano, creo que todos tenemos un rol que desempeñar en la construcción de un futuro sostenible. Desde reducir nuestro consumo de plásticos hasta apoyar políticas que prioricen el medio ambiente, cada acción suma. La inacción no es una opción.

Este marzo, conmemoremos estos días, no solo con palabras, sino con compromisos reales. Hagamos de Panamá un ejemplo de cómo la armonía entre desarrollo y conservación es posible. Porque, al final, el planeta que cuidemos hoy será el legado que dejemos mañana.

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