• 15/02/2023 00:00

Nos vamos a quedar sin Estado

“Entre el oro, el cobre y la droga, nos vamos a quedar sin Estado. Retrocedimos como país hasta antes de la vigencia de los Tratados Torrijos-Carter”

El 13 de febrero de 1929 nació Omar Torrijos, cumpliría 94 años. Impulsó la doctrina Torrijista que hoy se diluye.

¡Y así está nuestra patria!: entre el oro, el cobre y la droga, nos vamos a quedar sin Estado.

Repasemos nuestras principales amenazas:

1.- Crimen organizado transnacional y la cooptación y reconfiguración del Estado nacional. Amenaza real, que, con su poder económico, va a influir en las elecciones presidenciales del 2024.

2.- Situación prebélica mundial. La guerra en Ucrania. Cumple un año; no hay indicios de que termine. China continúa su preparación bélica para atacar a Taiwán en los próximos años. Irán con su expansión; desafiando al espacio vital de EE. UU. apunta directamente al Canal de Panamá. Ahora EE. UU., por efectos de la pandemia, el teatro de guerra en el Pacífico y con la amenaza real de China en los próximos años. Panamá se ha convertido en el punto neurálgico y se potenció en su interés político, económico y de seguridad y defensa para los EE. UU.

3.- Gobiernos de izquierda del continente. Los países del Cono Sur, con Gobiernos de izquierda recientemente visitados por el canciller alemán, Olaf Scholz, en la práctica se alinearon con Putin en el esfuerzo de guerra. Se opusieron públicamente a enviar armamento a Ucrania. Se interpretan estas renuncias como un apoyo solidario a Putin. Los rusos obtuvieron un triunfó, sin duda; frente al rechazo de la solicitud de EE. UU. en recientes visitas de la jefa del Comando Sur, Gral. Richardson.

Coincide con la posición coordinada en política exterior en la última reunión de la Celac en Argentina. Actúan en bloque: México, Colombia, Venezuela, Brasil, Chile, Argentina y Honduras.

4.- Control de nuestros principales recursos. Puerto y la principal mina. China entró de la mano de un Gobierno amigo de los gringos y que en un acto de traición sorprendió a la embajada gringa. Esta potencia extracontinental, ahora controla no solo los recursos estratégicos como los puertos, sino la principal mina de Panamá. Aplicando un concepto de extraterritorialidad. Hay que pedirles permiso para que nuestras autoridades puedan ingresar a sus instalaciones.

5.- La corrupción. En Panamá, la clase política posinvasión, todos vienen actuando en una misma línea de pensamiento, su lógica los une; el dinero y la corrupción como “modus operandi”. “¿Qué hay para mí?”.

La lógica se ha mantenido a lo largo de los años: ¡ningún político cumple con su palabra, pacto o compromiso... y la traición se ha mezclado con la corrupción y el ácido resultante carcome ya todas las bases del Estado que nace de esa explosión!

6.- Desapareció el torrijismo.

Hubo un pacto en 1989; claramente entre los dirigentes civilistas y el PRD. Dejar a los militares Torrijistas presos.

Después de la invasión militar de EE. UU. en 1989 se produjo un pacto antioligárquico contra el Torrijismo y los militares Torrijistas. No fue ni democrático ni antimilitarista ni anticorrupción... Fue contra el patriotismo, el Torrijismo y la estela liberadora que persistía.

Efectivamente los gringos, según documentación legítima y conversaciones que pude tener, no nos tenían como perspectiva, y mucho menos planificado, a los militares prisioneros de guerra, ni a otros dirigentes civiles de batalloneros de permanecer presos por largos años como sucedió. Eso fue una decisión de la oligarquía de uno y otro partido, por miedo a que renaciera el movimiento Torrijista.

Se aprovecharon de la derrota y reflujo del movimiento Torrijista, que estabilizó un poco la situación bajo tal alianza y el respaldo invasor; arreglaron con los gringos el acuerdo con el canal, decidieron arremeter con toda la represión en contra de los militares Torrijistas y además quedarse en el poder con alternancias de uno y otro...

Otra cosa hubiera sucedido si se hubiera consolidado la línea Torrijista, dentro de la nueva Fuerza Pública como el pensamiento político.

Los militares colaboracionistas se plegaron al interés político de la Democracia Cristiana y borraron todo vestigio del Torrijismo. Pero hoy se perdió, hay un reducido grupo de militares colaboracionistas y con mentalidad de “wáiter”, desconocen la esencia del Torrijismo, quizás porque nunca fueron Torrijistas mientras estuvieron en la institución armada. Traicionaron los principios y se olvidaron de este pensamiento, que fue estratégico para el desarrollo de la patria.

Los militares colaboracionistas no pueden pasar la página, porque políticamente no reconocen al Torrijismo como la doctrina y pensamiento aglutinador del pueblo panameño.

Los gringos, que no querían seguir presidiendo el posinvasión y cargar con el “mea culpa” del desastre, los dejaron hacer; ¡el marco internacional se les estaba enredando y lo más importante para ellos ya estaba hecho!

Panamá hoy agoniza como un Estado. Presa de las organizaciones criminales transnacionales. Un país cooptado, reconfigurado al interés del narcotráfico. Con una clase política miope, incapaz de defender el interés nacional y ciega frente a la nueva realidad mundial. El mundo seguirá en guerra, hay un proceso de cambios geoestratégicos y Panamá: su canal es parte de este nuevo escenario bélico.

¡Y así está nuestra patria! Entre el oro, el cobre y la droga, nos vamos a quedar sin Estado. Retrocedimos como país hasta antes de la vigencia de los Tratados Torrijos-Carter.

Mayor retirado, escolta del general Omar Torrijos H.
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