• 25/02/2025 00:00

¿Qué hacer con la mina?

Nuevamente surge el tema de la mina en Donoso, sobre todo cuando el producto interno del país se desploma y el desempleo sube a niveles preocupantes. En todos los sectores del país se nota el estancamiento general de la economía. Por eso es indispensable recordar algunos hechos relativos al tema para evitar cometer los terribles errores de 2023.

Entre las razones aducidas por la Corte Suprema de Justicia para declarar la inconstitucionalidad del contrato entre el Estado panameño y Minera Panamá, S.A., cuyo propietario es la canadiense First Quantum Minerals, Canadá, fue que nuestra Constitución prohíbe a “otros Estados” tener participación “ni temporal ni parcialmente” en parte de nuestro territorio (artículo 3 de la Constitución). Este principio se reitera en el texto constitucional del artículo 90 cuando establece que “ningún gobierno extranjero ni entidad oficial o semioficial extranjera podrán adquirir el dominio sobre ninguna parte del territorio nacional, salvo cuando se trate de las sedes de embajadas de conformidad con lo que disponga la Ley”.

Cuando se discutió en la Asamblea Nacional dicho contrato ley, varios patriotas advirtieron sobre esta falencia, siendo la compañía de cobre china Jiangxi Copper, propiedad del Gobierno chino, como todas sus empresas, uno de los socios con un 17 % aproximado de las acciones de la sociedad First Quantum Minerals, la propietaria de la mina. Se llegó a decir que los chinos por igual controlaban la participación accionaria de otras empresas igualmente estatales tanto de Singapur como de Corea del Sur –también violatorio de la Constitución, con lo cual los chinos tendrían el control real de alrededor del 40 % de la minera.

Posterior al fallo de la Corte Suprema de 2023, la china Jiangxi Copper, de acuerdo con reportes de Bloomberg, adquirió un porcentaje adicional de 25.9 millones de acciones en First Quantun por un valor de 221 millones de dólares, a razón de 11.10 de dólares canadienses la acción. Esta situación, como se ve, agrava la posición de First Quantun para pretender que el Estado panameño pueda volver a negociar con ella, tal como se anuncia en diversos escenarios. Ello la obligaría a vender todas sus operaciones en Panamá ya que habría que resarcir a dicha empresa con los activos de su propiedad que en el sitio minero se encuentran. Salvado lo anterior, es necesario poner sobre la mesa el tema minero desde una perspectiva diferente a como se ha visto hasta ahora. Tras el fallo judicial de la Corte Suprema, la mina pertenece a Panamá. El país, ejerciendo su derecho soberano sobre todo su territorio, debe aprovechar el momento para plantear la creación de una entidad que administre todo el sector minero del país en una proporción de 51 y 49, proyecto de ley ya presentado en la Asamblea Nacional en el periodo pasado, cediendo únicamente a empresas mineras serias y con reputación la administración de las diferentes minas en el país con la estricta supervisión del ente minero que se cree. Debemos contar con la experiencia técnica de los mejores en el mundo en estos nuevos retos.

No podemos repetir errores del pasado en cuanto a la connivencia con ninguna minera. En el caso de First Quantum, como cuando el gobierno de Varela engavetó más de 200 denuncias de violaciones ambientales a la mina o cuando en el Ministerio de Trabajo, bajo la égida del panameñista Luis Ernesto Carles, permitió a la minera contratar muchos más trabajadores extranjeros de los permitidos por el Código de Trabajo. (De esta ilegalidad se dejó constancia en los Varelaleaks). Por igual de ilegal, permitiendo a Minera Panamá extraer el oro de esa mina cuando contractualmente solo les estaba permitido la explotación del cobre. Oro que se llevaron y del cual nunca Panamá recibió un centavo.

Para los entendidos, si Panamá hace un inventario de todo su potencial minero puede, inclusive, eliminar su deuda externa, porque podría hasta dar en garantía los recursos que tiene a cambio de la adquisición a futuro de lo que se produzca, siempre atendiendo a los mejores intereses del país. La mina, con la proyección económica, social y ambiental correcta, podría convertirse en el principal activo del país, llevándonos hacia la nueva realidad que pareciera algunos rehúsan afrontar porque siguen cometiendo los mismos errores del pasado y no muestran ningún signo de que quieren reencausar el país. Parafraseando al general Torrijos, solo usan las luces cortas pensando en su propio beneficio.

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