• 31/08/2024 23:00

¿Qué esperamos del próximo director del Idaan?

[...] los panameños esperamos, y exigimos, que todos los ciudadanos tengamos acceso a agua potable, independientemente de nuestra ubicación geográfica o nivel socioeconómico. Esto requiere invertir en infraestructura para áreas urbanas y rurales [...]

La semana pasada cerró el plazo para entregar las hojas de vida de los candidatos a director y subdirector del Idaan. Estas hojas de vida deberán ser analizadas por la junta directiva de la entidad, que le remitirá una terna al Ejecutivo con los nombres de los recomendados para ocupar los cargos. El presidente tendrá un plazo de 60 días para anunciar al director y subdirector, quienes después deberán ser aprobados por la Comisión de Credenciales de la Asamblea Nacional.

Esperemos que la junta cumpla con su parte y que el proceso sea expedito y transparente, pues modernizar el Idaan es un imperativo nacional que no ha sido enfrentado con éxito por las pasadas administraciones.

Antes que todo es obligatorio subrayar que los panameños esperamos que el director seleccionado posea los tres elementos fundamentales de la ética pública: probidad en el uso de los recursos públicos, equidad en sus modalidades de operación y eficiencia en su manejo, de manera que se logre el mayor impacto posible en el bienestar social.

No menos importante es que posea la capacidad de tomar decisiones informadas y equilibradas. Esto implica comprender profundamente los aspectos técnicos, ambientales, sociales y económicos relacionados con la gestión del agua. Además, debe ser capaz de anticipar desafíos, promover la sostenibilidad, y coordinar con múltiples actores para asegurar el uso equitativo y eficiente de los recursos hídricos, protegiendo tanto las necesidades humanas como la salud de los ecosistemas.

Dicho eso, la persona que sea seleccionada para dirigir el Idaan deberá cumplir de manera eficiente y efectiva con la misión de la institución, por lo que le dedico esta glosa a recordarle al elegido o elegida - para que cumpla - , así como a la población - para que ejerzamos el control social que nos corresponde - , el significado de la promesa establecida en la misión institucional.

En ese sentido, la misión del Idaan es “mejorar el nivel de salud de la comunidad, bienestar y progreso del país a través de la dotación de los servicios de agua potable, y la recolección y disposición de las aguas servidas, velando por la conservación del medio ambiente, con miras a alcanzar niveles óptimos de productividad y eficiencia”.

Precisamente por ello, los panameños esperamos, y exigimos, que todos los ciudadanos tengamos acceso a agua potable, independientemente de nuestra ubicación geográfica o nivel socioeconómico. Esto requiere invertir en infraestructura para áreas urbanas y rurales, y priorizar la dotación de servicios en comunidades marginadas o vulnerables, asegurando que nadie quede excluido del acceso al agua potable. Y esa agua debe cumplir con los estrictos estándares de calidad del agua, basados en guías internacionales como las de la Organización Mundial de la Salud (OMS), asegurando que el agua suministrada a la población sea tratada adecuadamente para eliminar contaminantes químicos y biológicos.

No menos importante es que la institución desarrolle y mantenga redes de distribución que minimicen pérdidas de agua debido a fugas o deterioro de las tuberías. La modernización de estas redes es crucial para la eficiencia y la reducción de costos, que en nuestro país son elevados como consecuencia de las fugas de agua y el desperdicio por parte de la población.

Igualmente necesario será la construcción y actualización de las plantas de tratamiento de agua para manejar adecuadamente la demanda creciente, así como para adaptarse a las variaciones en la calidad del agua debido a cambios climáticos o contaminación. Fundamental para estar al día, será la implementación de un programa de mantenimiento regular para evitar fallos en el sistema y prolongar la vida útil de la infraestructura.

Pero los panameños también exigimos un sistema de tarifas transparente y eficiente, que refleje el costo real del servicio, incluyendo los costos operativos, de mantenimiento y de expansión, incentivando el uso eficiente del agua, pero que también sea accesible para todos los niveles socioeconómicos. Esto puede incluir tarifas escalonadas o subsidios para los hogares de bajos ingresos. Al final del día, las tarifas deben asegurar la sostenibilidad financiera del servicio.

En relación con la recolección y disposición de aguas servidas, recordemos que es un aspecto crítico en la gestión de recursos hídricos, la salud pública, la protección ambiental y el desarrollo urbano sostenible.

Especial atención debe tener el adecuado funcionamiento de una efectiva red de alcantarillados, lo cual implica un sistema de tuberías y canales subterráneos que recolectan las aguas residuales desde los puntos de generación (hogares, industrias, edificios públicos) y las transportan a las plantas de tratamiento o puntos de disposición final. Particular importancia requerirá la recolección y transporte de las aguas de lluvia, pues nuestra ciudad se inunda cuando cae un chaparrón y está la marea alta.

El sistema incluye además, el tratamiento adecuado en plantas especializadas, y la disposición final segura. Además, debe cumplir con regulaciones estrictas y promover la sostenibilidad, minimizando impactos ecológicos y fomentando la reutilización de recursos. El mantenimiento y monitoreo constante son cruciales para evitar problemas como obstrucciones y garantizar un tratamiento efectivo, asegurando así que las aguas tratadas no representen riesgos para la salud ni dañen los ecosistemas.

El autor es médico, exrepresentante de la OMS
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