• 31/01/2021 00:00

Tu propósito de vida

“[…] El propósito fundamental de la educación, así como el de la vida, se puede expresar con la palabra “felicidad”.”

Hace poco más de un año, para estas fechas, nadie imaginaba que la vida de la humanidad tomaría un rumbo sin precedentes con la llegada de un “huésped tan diminuto”, que tomaría el control de nuestro diario vivir.

En Panamá, muchas personas se preparaban para pasar su mejor época de carnavales; recorrer el país de un extremo a otro para recrearse en las diversas ferias; o disfrutar de las hermosas playas que ofrece esta tierra istmeña.

Todo lo acontecido durante un año con el “huésped inesperado”, ha llevado al ser humano a valorar lo más preciado que tenemos: “la vida”, y también, a replantearse ¿cuál es el verdadero propósito de cada uno en esta existencia?

Tal vez para muchos, vivir con un propósito de vida sea aprovechar cada momento al máximo, obtener un empleo que le genere mucho dinero, iniciar un buen negocio, o viajar por el mundo. Cada uno intenta dar sentido a su existencia de múltiples maneras.

Al respecto, el célebre escritor Lain García Calvo, autor del libro “Tu propósito de vida”, menciona: “La diferencia entre las simples metas y el propósito, es que con las metas te sirves solo a ti, pero con el propósito sirves a la humanidad. Un propósito es una meta puesta al servicio de la humanidad. En la mayoría de los casos, el propósito aparece debido a las circunstancias personales de cada uno, es un desafío que te impulsa a cambiar todo lo que dabas por hecho. Es seguro que tienes algo por hacer en este mundo”.

Si nosotros tenemos un propósito de vida claro y altruista, en el momento que se presenten las adversidades, podremos enfrentarlas con más calma y sabiduría, ya que ese sentido real, nos motiva constantemente a no desmayar y a no estancarnos.

Mantener ese propósito durante toda nuestra existencia, nos impulsa cada día a dar esa milla extra, nos estimula a salir de nuestra zona de confort; a no esperar que todo suceda de manera automática. Además, nos ayuda a sentirnos plenos y satisfechos por haber dado lo mejor de nosotros, por haber dejado semillas y huellas imborrables que, con seguridad, darán buenos frutos a la sociedad.

Este sentido de propósito para la humanidad es lo que realmente impregna nuestro interior, y nada ni nadie nos lo puede arrebatar. Cuando descubrimos nuestra misión y nuestro real propósito de vida; sentimientos cómo el estrés, la preocupación y la frustración; disminuyen de una manera asombrosa, y esto ha sido comprobado por la psicología.

Aunado a esto, en el futuro próximo, deberían incluir en el plan educativo, desde la etapa inicial hasta la universitaria; materias relacionadas con el desarrollo humanista, y reforzar aspectos tales como la resiliencia, vida saludable y la cultura de paz, como factores fundamentales para el buen desenvolvimiento y toma de conciencia de las personas en la sociedad. Los estudiantes no solo deben hacer una labor social al finalizar su grado de escolaridad, sino, incluirlo en todo el pensum educativo. De este modo, lo aprendido en clases, les permitirá tomar mejores decisiones ante una situación crucial en su entorno.

Para el Dr. Daisaku Ikeda, educador, escritor, promotor de la paz y presidente de la Soka Gakkai Internacional, “la educación debe forjar a personas que comprendan y sepan intuitivamente, en su mente, su corazón y todo su ser, el valor irremplazable de los seres humanos y del mundo natural. El propósito fundamental de la educación, así como el de la vida, se puede expresar con la palabra “felicidad”. En este contexto, la palabra implica un sentido de plenitud que surge de desplegar y profundizar la propia humanidad; por ende, no se refiere al logro de una condición superficial carente de problemas o a la realización de todos los deseos. La responsabilidad esencial de la educación es forjar en la mente de los jóvenes, el amor por la humanidad y el espíritu de dedicarse al bien de la gente y de la sociedad”.

Por ello, es imprescindible dar de nosotros lo mejor, asimismo, vivir al máximo desplegando plenamente nuestra solidaridad, comprensión, tolerancia, y manteniendo un propósito humanista que contribuya a la nueva realidad social que todos compartimos.

Periodista, Soka Gakkai Internacional de Panamá.
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