• 15/11/2011 01:00

Mandela y el poema

I NVICTUS — Más allá de la noche que me cubre negra como el abismo insondable, doy gracias a los dioses que pudieran existir por mi alma...

I NVICTUS — Más allá de la noche que me cubre negra como el abismo insondable, doy gracias a los dioses que pudieran existir por mi alma invicta.

En las azarosas garras de las circunstancias nunca me he lamentado ni he pestañeado.

Sometido a los golpes del destino mi cabeza está ensangrentada, pero erguida.

Más allá de este lugar de cólera y lágrimas donde yace el Horror de la Sombra, la amenaza de los años me encuentra, y me encontrará, sin miedo.

No importa cuán estrecho sea el portal, cuán cargada de castigos la sentencia, soy el amo de mi destino: soy el capitán de mi alma.

Es escrito por William Ernest Henley, quien es inspiración para Nelson Mandela en los momentos más difíciles durante sus años en prisión. Vemos cómo el poeta y el luchador se dan la mano en los momentos más brutales y difíciles en cautiverio en la prisión en la isla Robben.

El poeta nace en Inglaterra en 1849, desde corta edad contrae tuberculosis perdiendo una pierna. Hospitalizado en 1875, conoce a Robert Louis Stevenson, quien sufría de la misma enfermedad, formando una estrecha relación tornándose literaria, escribiendo varias obras de teatro.

Henley ayuda a Stevenson a desarrollar el personaje para su libro ‘La isla del tesoro’, del famoso bucanero en la literatura universal con una pierna de palo el Capitán Long John Silver. Este personaje le sirve a Henley como inspiración a su poema. ‘Invictus’, que significa en latín invicto, escrito en la soledad de un hospital, enfermo, incapacitado, cien años más tarde le serviría de apoyo a Nelson Mandela sentenciado a cadena perpetua.

Un poema que habla de dificultades extremas, de no lamentarse, de la dignidad del ser humano, de los años que pasan y no vuelven, y más aun —antes la calamidad también se puede ser amo del destino y el alma.

El poder de las palabras sanando e inspirando.

Mandela sacrifica 27 años de su vida luchando contra el racismo y la liberación del régimen del Apartheid. El espíritu de un hombre venciendo la inhumanidad de muchos.

En lo personal opino que el gran triunfo de Mandela fue el de estar en contra del racismo tanto de los blancos como el de los negros, luchando para que hubiera una representación justa de las mayorías y por igual minorías, el nunca haber combatido el racismo con racismo, llevando a su país a convertirse en la nación ‘arco iris’.

Ese hombre que picó piedras por muchos años en las cárceles surafricanas, acusado de terrorista, es electo democráticamente presidente de su país, dominado por 56 años por una minoría blanca bajo el apartheid (segregación racial).

El 10 de mayo de 1994, en su discurso de fondo al ser juramentado presidente, dice: ‘tenemos el compromiso de construir una sociedad en la cual todos los surafricanos caminemos erguidos, sin miedo en el corazón, con la seguridad inalienable al derecho a la dignidad humana, formando una nación bajo el arco iris, en paz con ella misma y el mundo, con justicia para todos’.

‘Nunca, pero nunca jamás esta nación experimentará la opresión del uno al otro, y la indignidad de ser el zorrillo del mundo’. Dándole seguridad a todas las razas de que podían vivir en armonía en una democracia multirracial.

Al ser cuestionado por su benevolencia a los blancos contestó: ‘Este es un país bajo el arco iris, donde tenemos que perdonar y olvidar, y el perdón comienza aquí, ¿y si yo no puedo cambiar, —cómo puedo esperar que Uds. cambien?’.

Vemos claramente cómo la discriminación, persecución, y la impunidad es combatida desarrollando confianza entre los ciudadanos.

A Mandela lo llaman ‘Madiba’, nombre del clan al que pertenece. En Suráfrica es cortes llamar a las personas por el nombre de su clan, hoy siendo sinónimo de Mandela.

En 1993 le fue otorgado el Premio Nobel por su lucha a favor de la las libertades, la igualdad, siendo una gran inspiración para muchos por su vida y filosofía a la no violencia, y para mí el de haber afrontado la adversidad con dignidad.

DIRECTOR DE LA FUNDACIÓN ARTE PARA BENEFICENCIA.

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