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- 28/07/2019 02:03
En Panamá operan, per cápita, más taxis que en NY
Desde hace muchos años, se vienen agravando, día a día, los ‘tranques' en todas las avenidas y calles de la ciudad capital. Los automovilistas sufren enormes demoras que les causan, además del malestar que sufren, un gran estrés que afecta a toda la familia, quienes pasan muy pocas horas juntos. Además, esos interminables ‘tranques', tienen también un enorme costo económico y una pérdida inmensa en horas totalmente improductivas.
En 1994 conversé con el entonces presidente Pérez Balladares de los ‘tranques', manifestándole que estos con el tiempo iban a ser más insoportables. Él me contestó que tenía una persona estudiando el tema y que esperaría sus observaciones para actuar. Lamentablemente, allí quedó todo; parece que había otras prioridades.
Cuando llegó al Gobierno Ricardo Martinelli le prestó al principio mucha atención al problema. Eliminó los ‘diablos rojos' que muchas muertes causaron y sus chóferes que no respetaban ninguna de las disposiciones del tránsito. Las autoridades encontraron que, algunos de ellos, tenían en las gavetas del vehículo acumuladas hasta 100 boletas por infracciones cometidas. Para ellos la Ley no existía; Martinelli los reemplazó con el ‘Metrobús' y el ‘Metro' (la línea 1 y la proyección de la línea 2). También construyó cuatro baipás (faltaban otros cuatro) que ayudarían, en algo, al descongestionamiento del tránsito. Lamentablemente, por diversas razones, entre ellas el pago a los ‘diablos rojos' que se convirtió en un negociado que fue muy criticado por la falta de transparencia en su ejecución, se despilfarraron millones de dólares que fueron a parar a muchas manos corruptas, e hicieron que todos esos esfuerzos fracasaran al final. Siguen ahora nuevamente los ‘diablos rojos' y también los busitos piratas recogiendo pasajeros.
Cuando se inició el Gobierno del ingeniero Juan Carlos Varela, en el 2014, elaboré algunas recomendaciones, pero después de pensarlo decidí no enviárselas, pues no había respaldado su candidatura y no deseaba que algún varelista pensara que yo estaba buscando un acercamiento con el nuevo Gobierno. Sin embargo, mi hijo Roberto, quien al principio había simpatizado mucho con la candidatura de Juan Carlos Varela (aunque con el pasar de los años llegó de ello a arrepentirse por su forma de gobernar) decidió enviarle una carta al presidente recogiendo mis puntos de vista. La carta en cuestión fue enviada al presidente con uno de sus más cercanos colaboradores. Esta jamás fue contestada y muchísimo menos se tomaron medidas para aliviar este grave problema, el cual se sigue empeorando. A pesar de los años transcurridos, mis puntos de vista siguen teniendo vigencia, por lo que me permito hacérselos llegar al presidente Cortizo:
• Es imperativo que se evite la introducción al país de todo tipo de vehículos de segunda mano.
• Se debe establecer una tabla aumentando los impuestos de introducción a los autos nuevos de acuerdo con su tamaño, etc.
• Se debe regular el horario, evitando que coincidan a la misma hora las entradas y salidas de los bancos, escuelas, oficinas públicas, etc.
• Darle más y mejores funciones a la Policía de Tránsito. Hoy día parece que solo sirven para poner boletas.
• Terminar el plan de los baipás que se estableció en el Gobierno anterior.
• Continuar con el plan de seguir haciendo nuevas líneas del metro, pues se ha comprobado que si alivia el tráfico y la calidad de vida de quienes lo utilizan.
• Poner orden en los autobuses y en los pequeños buses ‘piratas'.
• Organizar mejor a los taxis que, por su inmensa cantidad, todo indica, que no pueden ser rentable y que contribuyen en gran medida a los ‘tranques' y que también son responsables de otras ‘cositas', entre ellas ‘no voy', etc.
• Si las anteriores medidas no logran los efectos deseados, se puede aplicar el ‘pico y placa' (circular un día los automóviles con placa cuyo número termina en par y al día siguiente lo hacen los que terminan en impares). En varias ciudades, con los mismos problemas que nosotros, ya lo están aplicando.
Comprendo que la implementación de estas medidas es muy difícil y se afectarán intereses, pero todo esto es en beneficio de la gran mayoría. Para que se tenga una clara noción del efecto de los ‘tranques' que han provocado, entre otras cosas, el exceso de automóviles circulando por nuestras calles, tenemos que la ciudad de New York tiene 8 398 748 habitantes (sin incluir los turistas), que es 10 veces mayor que nuestra capital, tiene 144 000 taxis, mientras que en la República de Panamá hay 50 000 taxis de los cuales se estima que el 40 %, es decir 20 000, circula por nuestras calles. Si comparamos per cápita las dos ciudades, tenemos que New York debería tener más de 400 000 taxis. New York tiene también algunos ‘tranques' (nada en comparación con los que aquí tenemos), pero ese es su problema. Nosotros, es decir el Gobierno, tiene la obligación de resolver el nuestro.
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‘Los automovilistas sufren enormes demoras que les causan, [...], un gran estrés que afecta a toda la familia [...]'