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- 27/02/2019 01:00
El papel de la juventud en la democracia
Los jóvenes somos el presente... sí, un presente que construye el futuro. Por eso es hora de levantarnos y actuar como tal: como los líderes del mañana, y para eso debemos saber cuál es nuestro verdadero papel en la democracia. Para empezar, hemos de tener claro que el concepto democracia va más allá de ser solo un sistema de Gobierno, que es la percepción más común que tenemos, para comprender que se trata de un estilo de vida, cuyas bases se encuentran en el respeto a la dignidad humana, a la libertad y a los derechos de todos y cada uno de los miembros. Se refiere a la forma de vida cotidiana de la sociedad, en donde no exista la imposición de decisiones o de una verdad individual sobre los demás.
La democracia, entendida como una forma de Gobierno, se ha visto fortalecida en nuestro país en las últimas décadas, no obstante, se puede decir, que su ejercicio como tal, adolece de la participación, especialmente de la juventud, que cada vez más, sentimos que no tenemos espacios en ningún ámbito de la sociedad que nos permita expresar nuestro sentir en la toma de decisiones que, de una u otra forma, también nos afectan.
Confucio dijo ‘todo individuo es responsable de la caída y el ascenso del mundo entero'. Esta célebre frase nos dice que cada uno de nosotros somos los constructores o destructores de todo el mundo, por lo tanto, nos corresponde a los jóvenes construir, en medio de los ‘escombros' en que han convertido esta sociedad, manos inescrupulosas llevadas por la codicia, el egoísmo y el ansia de poder, una nueva sociedad revestida del verdadero significado de democracia, en la que la dignidad del ser humano esté por encima de todo tipo de interés egoísta.
Es difícil implementar el concepto de democracia en un mundo como el que vivimos: es como construir un rascacielos en medio de una tormenta que relampaguea sus rayos cargados de ambición y avaricia; en medio de un terremoto que nos sacude con sus ondas llenas de egoísmo y corrupción... Nuestro rol en la sociedad y en la política debe ser la construcción de una democracia pura y digna, donde el término ‘corrupción' sea desconocido para todos.
Parece una ardua tarea para los jóvenes, pero si tenemos la justicia de nuestro lado, los valores en nuestro poder; si actuamos con legitimidad, siendo legales, sin duda lograremos construir esa sociedad tan anhelada por todos, pues lo legal extingue lo ilegal de la misma manera que el agua apaga al fuego; pero para lograr esto, es preciso, convertirnos en verdaderos líderes, cuyos objetivos se antepongan a intereses personales y se dirijan hacia el bien común, sin darnos por vencidos; con participación activa; aprovechando toda oportunidad para expresar nuestras opiniones, nuestros sentimientos; demostrar nuestras capacidades y deseos de implementar una verdadera democracia que sea una realidad y no solo un eslogan.
Los jóvenes, tenemos un poder inestimable que nadie debe subestimar y nuestro papel en la democracia no es ser espectadores... ¡Es ser los protagonistas! Hay que demostrarle al mundo que la ética es íntegra, que lo correcto es legítimo, que la valentía y el compromiso es lo que debe tener toda persona que acepte el reto de forjar una democracia pura en Panamá.
Jóvenes compatriotas: En estos momentos, en que las estructuras de la sociedad parecen corroídas por la corrupción, levantemos nuestras manos y alcemos aún más nuestras voces proclamando la rectitud, la integridad, quizá un día seremos escuchados.
EGRESADO DE LA ESCUELA BADÍ.