Panamá entre océanos que protegen nuestro futuro

Los océanos más amplios del mundo son el océano Pacífico, que mide unos 200 700 000 km2, y el océano Atlántico, que alcanza unos 106 400 000 km2, y Panamá tiene el privilegio de estar rodeado por ambos. Gracias a nuestra particular geografía, tenemos la oportunidad, en algunos puntos, de poder visitar costas en ambos océanos en menos de dos horas.

Esta relación con los océanos está arraigada a nuestra cultura, indistintamente de los grupos étnicos que existen en Panamá, y, dado que gran parte de la población vive en zonas bajas cercanas a la costa, nuestra economía redunda en los servicios que nos brindan. Los ecosistemas marino-costeros de Panamá generan una gran cantidad de servicios que en gran medida derivan de su morfología y sus características ecológicas, fomentando la enorme biodiversidad con que contamos.

Desde una perspectiva ambiental, podemos agrupar estos servicios en cuatro tipos: los servicios de soporte, que tratan sobre el reciclado de materia y flujos biológicos, por mencionar que al final son la base de las otras categorías de servicios. Están los servicios de abastecimiento, como la pesca, generación de agua potable, potenciales sustancias de interés médico y farmacológico; también están los servicios de regulación, donde se enmarca el rol termorreguladores del clima, absorción de CO2; y, están los servicios culturales, que se relación con el turismo y el valor del conocimiento científico que nos ayuda a comprenden cómo funcionan estos ecosistemas.

Estos beneficios son vitales para nuestro país, dado que nuestro principal activo, el Canal de Panamá, es potenciado por estos servicios que, como ruta comercial, nos permiten exportar estos servicios al mundo entero y generar una gran cantidad de industrias auxiliares alrededor de él.

El sector turismo costero depende de que los turistas se enamoren de nuestros paisajes y por ello es crucial proteger esa invaluable biodiversidad marina, para que sigamos siendo productivos y que sea sostenible y resiliente nuestra economía, que es el principio de la Economía Azul.

Para ello debemos convivir como comunidad, de manera armónica, buscando el interés nacional, alineados a una gobernanza global, aprovechando nuestra posición geoestratégica privilegiada.

Por ello, este Mes de los Océanos, queremos resaltar el rol que cada ciudadano debe tener en la protección de nuestros océanos, para asegurar el futuro de nuestra y las siguientes generaciones, más aún, en el contexto mundial que atravesamos actualmente.