• 05/07/2019 02:02

Panamá: equidad y justicia a los humildes

‘Es necesario que tengamos a los mejores en la Junta Directiva del Canal de Panamá, que exigimos sea democratizada y que represente en ella los intereses de los que hasta hoy día estamos excluidos [...]'

Panamá es una tierra excepcional, un país de contrastes y un sitio con historias de ambición, esclavitud y permanentes luchas; desde los originarios, los negros rebelados y el pueblo organizado para reclamar respeto a los derechos humanos, equidad, justicia e inclusión social y económica.

Balboa, el 25 de septiembre de 1513, alcanza la cordillera del Chucunaque, donde los indígenas lo llevan a que contemple el mar desconocido para ellos, mas no para los indígenas. En enero de 1514, Balboa envía emisarios a España para notificar la noticia. Balboa recibe de España el nombramiento de Adelantado del Mar del Sur. Las desavenencias entre Balboa y Pedrarias hacen que para el año 1519 Espinosa dicte sentencia de muerte contra Balboa, que es decapitado a la edad de 44 años.

Pedro Arias de Ávila y Espinosa fundan el 15 de Agosto de 1519 la ciudad de Panamá. Los reyes de España, el 15 de septiembre de 1521, conceden a Panamá el título de Ciudad y un Escudo.

El emperador Carlos V crea la Real Audiencia de Panamá, mediante Real Cédula del 26 de febrero de 1538. Su jurisdicción comprende el Reino de Tierra Firme, compuesto por las dos provincias de Castilla del Oro y Veraguas y los territorios descubiertos desde el Estrecho de Magallanes hasta el Golfo de Fonseca (provincias del Río de la Plata, Chile, Perú, Gobernación de Cartagena y Nicaragua). (cfr Almanaque 1940).

Panamá ha sido y es una encrucijada de intereses y pasiones. En 1549, los esclavizados, liderados por el negro Felipillo, escenifican la primera sublevación de los esclavos negros. Felipillo huido de las pesquerías del Archipiélago de las Perlas se establece en el Golfo de San Miguel.

El 15 de Agosto de 2019, se cumplirán los cinco siglos de la Fundación de la Muy Noble Ciudad de Panamá. Primera ciudad en el Pacífico continental, y se constituyó en el modelo para la planificación de ciudades en el Continente Americano.

Panamá ha constituido la llave de la fortuna para diversos imperios, el Imperio español, el ingente esfuerzo de Ferdinand de Lesseps, el Imperio norteamericano y la exitosa construcción del Canal de Panamá, por parte de los miles de obreros que dejaron su cuota de sangre, sudor y lágrimas, para poder concretar esta monumental obra, que ha beneficiado el comercio mundial, y que constituyó una colonia enclavada en el propio corazón de la nación, aspecto que en el siglo XXI, no permitiremos que se repita con otros poderes, vengan de donde vengan.

‘El enclave, creado en nuestro Istmo, la Zona del Canal, constituye uno de los mayores exponentes del Colonialismo y del Capitalismo Monopolista de Estado en nuestra época, y ha sido la empresa determinante del carácter de nuestra economía, como complejo altamente centralizado y concentrado ha perfeccionado con métodos avanzados de explotación de uno de nuestros recursos: la posición geográfica' (Villarreal A. et al, 1980).

La posición geográfica es uno de los importantes valores agregados que tiene Panamá, perteneciente únicamente a los panameños, y debe beneficiar en primer lugar a los panameños. En ese camino debemos lograr que los panameños, sin excepción ni exclusión, vivamos con un alto estándar de vida y resolvamos los problemas materiales de salud, educación, vivienda e innovación económica y social, resultado de nuestra contribución al comercio mundial; haciendo usufructo por primera vez de nuestro principal recurso, la posición geográfica.

No podemos permitir, bajo ninguna circunstancia, pasar nuestras bondades a otros Estados que nos regatearan beneficios marginales. En esa línea de pensamiento, debemos saber escoger a nuestros representantes, que defiendan el interés nacional y los caros intereses de todos los panameños.

Es necesario que tengamos a los mejores en la Junta Directiva del Canal de Panamá, que exigimos sea democratizada y que represente en ella los intereses de los que hasta hoy día estamos excluidos, el pueblo panameño, sus indígenas, campesinos, afropanameños, y los hijos y familiares de los constructores de esa titánica obra.

Con el histórico escalamiento generacional y la reversión a Panamá el 31 de diciembre de 1999, ya es tiempo de que este punto estratégico del comercio mundial sea pensado desde la cabeza de los panameños que aman a su país.

‘… el motor histórico del surgimiento del Canal y la Zona del Canal no derivó una necesidad ineludible de la sociedad panameña, sino de la necesidad económica del imperialismo de expandir el comercio marítimo mundial, mediante una vía de transporte que permitiese reducir la distancia y el tiempo entre los mercados ubicados en el Atlántico y el Pacífico y un costo menor al de las rutas existentes'. (Villarreal A. et al, 1980).

Es necesario hacer esta acotación, ya que muchos de los que han pasado por la Presidencia de la República, la administración del Canal, la Corte Suprema de Justicia y la Asamblea de Diputados y los Gobiernos locales, no han estado a la altura de las circunstancias para la defensa de los mejores intereses del país y de todos los panameños. El Bien Común es una urgente necesidad, y la Justicia para los panameños humildes que creen en mejores días para el país. Amén, que hemos costeado con nuestro esfuerzo las diversas obras realizadas en el Canal, incluida su reciente ampliación. De esos quince mil millones (15 mil millones), ¿qué ha beneficiado a los humildes panameños?

Referencias: Villarreal A., et al (1980) ‘El uso más colectivo posible. El área canalera como pivote de la independencia económica nacional'. Impresora Panamundo, Panamá.

Almanaque Panameño (1940). Editorial Balboa. Panamá.

ECONOMISTA Y DOCENTE UNIVERSITARIO.

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