• 28/08/2024 23:00

Olmedo Solé, gloria del béisbol santeño

Todo indica que Solé, desde muy joven, abrazó el béisbol como una doctrina, razón por la que no hizo caso a las indicaciones médicas de suspender la práctica del deporte que amaba.

El mensaje que el profesor Emilio Castro Díaz, beisbolista santeño de gran valía, le dejó a la juventud fue: “para participar y triunfar en cualquier deporte, lo más importante es la disciplina; sin disciplina no se logra nada”.

Otros grandes peloteros nacionales e internacionales, al referirse directamente al béisbol, como Rod Carew, aseguran: “cuando hayas aprendido a creer en ti mismo, no sabes lo buen jugador que puedes llegar a ser. Eso es porque tienes la ventaja mental”. Uno de los más grandes, Babe Ruth, aconseja: “nunca dejes que el miedo de poncharte te haga no jugar béisbol”.

Este juego del bate y la pelota involucra muchos aspectos importantes que refuerzan los valores del individuo joven lleno de tantas expectativas, valores como la tolerancia, trabajo en equipo, compañerismo y la solidaridad humana.

Podemos deducir que la mayoría de nuestros deportistas de ayer y hoy mantiene un pensamiento firme respecto al deporte que eligen. Es el caso de Olmedo Solé.

Nos falta muchísima información respecto a la niñez de Olmedo Solé, el paso de los años, la falta de tecnología como la de hoy han impedido el logro de mayor y mejor información que la obtenida sobre las ejecutorias de este gran pelotero.

Gracias a periodistas de la época y algunos testigos hemos podido pergeñar algunos aspectos importantes sobre la vida de este gran santeño, gloria del béisbol nacional.

Todo indica que Olmedo Solé, desde muy joven, abrazó el béisbol como una doctrina, razón por la que no hizo caso a las indicaciones médicas de suspender la práctica del deporte que amaba.

Olmedo nació el 2 de noviembre de 1926 en la ciudad de Las Tablas, provincia de Los Santos, época en que algunos tableños que estudiaban en la capital de la República, como los hermanos González Ruiz, llevaron los primeros implementos para jugar al béisbol, como manillas, pelotas y bates, elevando el entusiasmo de la juventud tableña por el novedoso juego.

Olmedo Solé,comenzó a practicar el béisbol desde niño y fue parte de la selección que representó a Los Santos en los campeonatos nacionales de béisbol de ligas menores. Al cumplir su mayoría de edad, alternó el béisbol con el trabajo, pues desde temprano ingresó a laborar en la ciudad de Panamá, en el Banco Nacional, y formó parte del equipo de la urbanización Francisco Arias Paredes, en la Liga Provincial de Béisbol de Panamá.

Según referencias atribuidas al radioperiodista Demetrio Romero Wong, excelente locutor de la época, se sabe que “Solé había sido advertido por médicos de sus problemas de salud y de las consecuencias que le traería si seguía jugando béisbol”.

El 27 de marzo de 1956, en el estadio Myrick de Almirante, provincia de Bocas del Toro, se realizó el partido entre los equipos de las provincias de Panamá y Los Santos. Olmedo Solé jugaba como campocorto del conjunto santeño; Panamá le ganaba 9 a 0 a Los Santos.

En una de las últimas jugadas, todos los jugadores santeños estaban a la espera de lo que iba a realizar el jugador estrella del equipo, Olmedo Solé. A la sazón, Olmedo, por lo “oportuno” al bate, era el “abridor” del equipo. Como en otras oportunidades salió a relucir su casta y conectó un “roletazo” entre tercera y ‘short’; el torpedero, de apellido Santimateo, recogió en lo profundo del cuadro, soltó rápido a primera, pero ya era tarde. El árbitro cantó quieto y Olmedo anotó el primer ‘hit’ del juego y el último de su corta vida. Olmedo pidió “tiempo” al árbitro de apellido Williams, se sentó con la cabeza entre las piernas y cayó fulminado por un ataque cardiaco, para no levantarse más.

Francisco ‘Chiquin’ Díaz Domínguez, delegado en jefe del conjunto santeño, cargó a Olmedo en brazos y lo sacó del terreno de juego para trasladarlo al Hospital de Almirante.

Olmedo Solé fallece ese mismo día, 27 de marzo de 1956, a las 10:10 a.m., por “arterioesclerosis precoz y dilatación aguda del corazón” debido al esfuerzo físico hecho por jugar al béisbol, según el dictamen del doctor Engler, médico de turno.

A las 6:00 a.m. del día siguiente de ocurrido el hecho, se celebró una misa de cuerpo presente en la Iglesia de Almirante, donde el pueblo le dio un merecido homenaje. Al mediodía, fue trasladado vía aérea, a Las Tablas, en donde se le dio cristiana sepultura. Luego del suceso, el conjunto santeño se retiró del resto del campeonato.

El estadio de Las Tablas, donde los equipos de béisbol juvenil y mayor santeño jugaron hasta el año 2019, lleva el nombre de Olmedo Solé, y la calle contigua al estadio Myrick, en media milla camino a Zegla en la ciudad de Almirante, también fue bautizada con el nombre de Olmedo Solé, como homenaje a este gran pelotero peninsular.

A medida que el tiempo transcurre, el nombre y la figura ejemplar de Olmedo se agiganta por la admiración de los panameños al reconocer la entrega, pasión y amor por el béisbol que este gran pelotero santeño demostró en el terreno de juego.

El autor es escritor
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