Necesitamos un Gobierno que pueda con lo básico

Lo mínimo que podemos exigirle a un Gobierno es que recoja la basura. Sin embargo, han pasado muchos, que han hecho de todo menos eso ... lo mínimo. ¿Cómo podríamos esperar a que un Gobierno realice grandes cosas, si ni siquiera puede recoger la basura bien? O, dicho de otra forma, de qué me sirven las megaobras si la ciudad se hunde en deshechos de toda clase. He visto cómo pasan administraciones tras administraciones, y no pueden ni siquiera recoger la basura. Los he visto construir puentes, corredores, metros y de todo, pero no pueden recoger bien la basura. ¿Por qué? Han aplicado formulaciones públicas, y privadas de todo tipo, pero aún no pueden recoger la basura eficientemente. Eso, sin considerar que somos un país que no llega a cinco millones de habitantes siquiera. Digo, especulando, porque tampoco han podido contarnos bien. Luego, cómo hablar de temas más importantes. Por ejemplo, la justicia, corrupción, crimen internacional. Constantemente veo administraciones incapaces disfrazándose de “todólogas” que no pueden, ni siquiera recoger la basura, ni llevar el agua a todas las casas de forma constante. ¿De qué me sirve un “Hub de las Américas” si no puedo bañarme? Si por lo menos hubiera buenas carreteras para llegar al río, donde nos han querido mandar, pero, ni siquiera eso construyen bien. ¿Cuál es la necesidad de crear obras portentosas entonces, si no pueden con lo básico? ¿Acaso generar sobrecostos?

De qué sirve endeudarnos aún más, si el dinero no lo usan para comprar medicinas. Ni mejorar la atención de salud pública. Si el dinero del “progreso” se lo quedan cuatro familias, de qué me sirve el progreso. El costo de la vida sigue aumentando sin que los salarios aumenten. ¿Será porque intentan comprar progreso endeudándonos, en lugar de producirlo? Tal vez, esa sea habilidad propia de un estadista, no así de un político que hala masas. Hablan de proyectar a nuestro país, para obtener más y mejores préstamos. Se basan en la seguridad administrativa, de los empresarios e inversionistas extranjeros, la comunidad internacional, pero ... ¿Y qué de los nacionales? Se pregona la seguridad y trato de los migrantes, los derechos de los extranjeros en el país, ¿Y qué de los derechos de los panameños? El derecho a recibir una educación actualizada y buena. El derecho de andar seguros por el país, sin quedar en medio de una balacera o asaltados. De hecho, con la pésima administración del tránsito, ya casi ni podemos circular. La ineficiencia masiva de las autoridades se hace más brutal que evidente, en casi todos los aspectos cotidianos. ¿Cómo entonces pensar en un tren que vaya hasta Chiriquí?

Todos los días sale un escándalo nuevo de decenas, centenas o miles de millones y aquí, en Panamá, las autoridades actúan por pulsos mediáticos únicamente. Entiéndase, mientras el evento se “mercadea” en los medios. Luego de que “la audiencia” pierde interés, baja el rating del escándalo, las autoridades van encajonando cada caso. Parece que este país, más específicamente la cosa pública, fuera un enorme barril sin fondos. Del que todo el que puede mete la mano y saca algo de dinero. ¿Hasta cuándo podremos estar así? ¿Hasta cuándo podrán seguirnos endeudando para que los mismos maleantes de siempre se roben el dinero de todos? ¿Será que los panameños nos hemos acostumbrado a vivir solo para que otros vivan de nosotros?

Este presidente electo tiene el mismo discurso que sus predecesores han desechado en cosa de meses. Todas esas promesas ya nos las han hecho antes, de muchas formas diferentes (e inclusive más convincentes). Tenemos que despertar del sueño de los justos. La “grandeza” de este país se ha logrado gracias a nuestros impuestos, pero solo para el beneficio y usufructo de unos cuantos. Es increíble que no puedan ni siquiera recoger la basura. ¿De qué nivel de mediocridad, o más bien, corrupción podríamos estar hablando?