Misión universitaria peruana a Panamá

Tras dos años de la inauguración del Canal, las relaciones panameño-peruanas se intensifican en el plano político-diplomático, en el comercial y en el académico, constituyéndose este último en un ícono que se traduciría en una tendencia que se repetiría por los siguientes veintiocho años.

El escenario diplomático de 1912 empezó con la designación de Alberto de Souza Ferreira como cónsul peruano en Panamá el 1° de febrero en reemplazo de Alfonso Pezet, que fue trasladado a Estados Unidos (Ministerio de Relaciones Exteriores, Caja 632, File 36, doc.3, 1912).

El 14 de marzo se elevó la condición de la oficina a Consulado General (MRE, Caja 632, File 36, doc.12, 1912) y el 24 de octubre de 1912, bajo la gestión del diplomático peruano Emilio Rodríguez Larraín se restableció la “Legación del Perú” (embajada) en la capital. Previamente, Gonzalo Santos había sido nombrado enviado adjunto de Panamá en el Perú (MRE, Caja 590, File 12, doc.39, 1909) y un año después sería designado Federico Boyd como enviado extraordinario y ministro plenipotenciario panameño (MRE, Caja 601,File13,doc.86,1910). Seguidamente, Panamá había elevado su viceconsulado en el puerto de El Callao a la categoría de consulado en enero de 1910 (MRE, Caja 601, File 13, doc.4, 1910) y designando como cónsul a Darío Herrera (MRE, Caja 613, File 16,doc.3, 1911) y cónsul honorario en Piura a Ángel Cisneros (MRE, Caja 613, File 16, doc.6, 1911).

En lo comercial, mediante decreto del 6 de febrero de 1912, se autoriza a que la “Agencia de Productos Peruanos” establecida en el istmo compre cien kilos de café centroamericano. Se hacen las gestiones con Costa Rica –“Alvarado y Compañía”- pero finalmente la venta la hace Panamá (MRE, Caja 632, File 36, doc.90, 1912). En paralelo, el Perú mantiene su oferta de carbón a USD$ 8,44 dólares oro la tonelada para Panamá con el propósito de fortalecer lazos bilaterales (MRE,Caja 632,File 36, doc.39, 1912).

Una delegación de la Universidad Mayor de San Marcos, presidida por el catedrático Juan B. Lavalle, llegó a Panamá el 1° de julio de 1912 en el vapor “Ucayali” y permanece siete días en el país (MRE, Caja 632, File 36, doc.43, 1912). La Legación panameña en Lima había propiciado el viaje para estrechar vínculos académicos. El primer día del itinerario, el cónsul De Souza salió a su encuentro antes de que llegue a puerto y recoge a los delegados en el vapor “Bolívar” para llevarlos a conocer el consulado, donde ofrece un brindis de bienvenida al entusiasta grupo de treinta jóvenes profesionales. El segundo día el grupo recorrió la ciudad, se encontró con los promotores de la Primera Asamblea Pedagógica que se llevaría a cabo en septiembre de ese año (la Universidad de Panamá no será fundada sino hasta 1935) y asistió al teatro; el tercer día fue empleado para visitar las obras del Canal y recibir unas conferencias de los ingenieros estadounidenses; el 4 de julio almorzaron y merendaron en Ancón y, por la noche, asistieron al baile diplomático en el Hotel Tívoli organizado por el día de Estados Unidos. En la quinta jornada visitaron los hospitales administrados por la Sociedad Española de Beneficencia y luego fueron agasajados en el “Centro Peruano”, que existía desde 1908 en Ciudad de Panamá, por la comunidad de compatriotas que ya residía en el país. Visitaron la “Escuela Nacional Industrial” el sexto día, así como las instalaciones del cuerpo de bomberos. En la noche asistieron al baile en su honor en el Club de la Unión ofrecido por el Gobierno panameño. El séptimo día de la visita recorrieron por última vez la ciudad, participaron de una matiné en el “Ucayali”, de un coctel con el Cuerpo Diplomático y del teatro en el Teatro Nacional. Lamentablemente, por llegar fuera de temporada, se privaron de escuchar a la Orquesta Sinfónica de Panamá dirigida por Narciso Garay. El 8 de julio, la delegación navegó hacia el Perú y el 16 de julio la Cancillería peruana agradeció las atenciones recibidas a nombre de la universidad (MRE, Caja 632, File 36, doc.54, 1912). Cuando el 15 de agosto de 1914 el Canal inicia operaciones, estos intercambios académicos se intensificarán de manera oficial -ocho misiones universitarias más- y oficiosa, ya que el trajinar político peruano se decantaría hacia la confrontación ideológica, lo que generó la deportación de intelectuales peruanos -como Haya de la Torre, fundador del APRA- hacia Panamá y otras latitudes, generándose así espacios que fortalecerían la concepción del latinoamericanismo asociado, en esas primeras décadas, al antiimperialismo.

Lo destacable de este conjunto de hechos es el dinamismo de una relación cultural que creció a un ritmo sostenido con la primera nación hispanoamericana que reconoció a Panamá como República (Nota Diplomática 122 del 9 enero 1904 de la Cancillería panameña en MRE, Caja 534, File 16, doc.11, 1904).