• 10/03/2020 04:00

¿Para qué un Ministerio de Cultura?, señor presidente

En los inicios del actual Gobierno se mencionaba con mucha propulsión en algunos medios de comunicación la posible creación del Ministerio de Cultura, el cual fue efectivo mediante la aprobación de una ley que se dictó en la Asamblea Nacional, coordinado con la actual ministra de Educación y el Poder Ejecutivo.

En los inicios del actual Gobierno se mencionaba con mucha propulsión en algunos medios de comunicación la posible creación del Ministerio de Cultura, el cual fue efectivo mediante la aprobación de una ley que se dictó en la Asamblea Nacional, coordinado con la actual ministra de Educación y el Poder Ejecutivo.

En unas cortas líneas le hice la advertencia a usted de que no se precipitara en su creación, mientras no se hicieran todas las consultas debidas y nombrar en esa nueva entidad jurídica a profesionales idóneos y debidamente preparados en esa materia tan amplia, como es la cultura, hacia la cual debe propender un país como el nuestro en su fortalecimiento y adecentamiento de muchos medios. Especialmente radiales chabacanos que nada resultan edificantes para una juventud que debe alimentar su inteligencia y su conciencia de mejor divulgación, que no se dan, repito, en los medios radiales en su mayoría, excepto algunos en que abundan como digo programas de toda índole. Así como canciones cuyas letras son de bajo contenido edificante y poco se hace en tal Ministerio de Cultura, cuando, tanto por medio del Ministerio de Educación como por el Ministerio de Gobierno, el primero no transmite lecturas enriquecedoras, las cuales se leían en mi tiempo en los colegios, como eran las mejores novelas. No solo en materia de elevar los conocimientos literarios, sino históricos, para superar la conciencia nacional, como eran las obras de Ricardo Miró, Rogelio Sinán, Ramón H. Jurado, también las de Joaquín Beleño y otros.

Y en lo que respecta al Ministerio de Gobierno, que debe controlar cuando algunos medios usan un lenguaje poco edificante, llamarlos al orden para que se disciplinen y empleen un lenguaje mejor desde el punto de vista léxico, también en lo que respecta a que no hay control en que aumentan una serie de programas religiosos ocupando grandes espacios en la radio en desmedro de programas superiores desde el punto de vista cultural. Entonces a ese Ministerio le corresponde controlar la saturación religiosa sobre todo extranjera, pero digo, con todo respeto a la libertad que, entiendo como abogado, existe de creencias de distinta índole cuando el de las mayorías es la católica.

Abogado y periodista.
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