Las microfinanzas y el reto de alcanzar las metas de la Agenda 2030

A diez años de la meta trazada para la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenibles es evidente que la pandemia del coronavirus coloca su cumplimiento en una posición aún más retadora para los países en el mundo, en especial, en la región de América Latina, donde la desigualdad social representa todo un desafío.

Naciones Unidas, en su último informe, reconoce que la crisis actual obstaculiza aún más el progreso de los ODS, inclusive prevé que cerca de 71 millones de personas caerán en extrema pobreza, debido a la pérdida de ingresos, la limitada protección social y el incremento de los precios que podrían poner en riesgo de pobreza y hambre incluso a personas que anteriormente no se encontraban en líneas de vulnerabilidad.

Ante este panorama, es necesario que tanto el sector público como el privado continúen realizando esfuerzos hacia el avance de los ODS, como lo han hecho desde que se adoptaron hace cinco años atrás, y ese es el caso de Microserfin, entidad del Grupo Fundación Microfinanzas BBVA, que en su labor de generar oportunidades sociales y económicas para las personas en situación de vulnerabilidad impacta los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Tan solo en 2019, a través de nuestros servicios microfinancieros productivos y sostenibles, incluimos por primera vez al 57 % de los nuevos clientes en el sistema financiero formal. La agenda 2030 reconoce el rol de la inclusión financiera y las microfinanzas como uno de los factores para el alcance del Fin de la Pobreza (ODS 1).

Asimismo, en Microserfin ratificamos nuestro compromiso con la Igualdad de Género (ODS 5), creando una oferta de valor específica para las mujeres que representan el 45 % de las personas que atendemos. También apostamos por la educación de calidad (ODS 4), al ofrecer las herramientas de educación financiera a 5127 microempresarios.

No puedo dejar de mencionar el desarrollo del 28 % de nuestros microempresarios que generan al menos un empleo adicional y como resultado aportan trabajo decente y crecimiento económico (ODS 8). Además de los más de dos mil microempresarios que en 2019 lograron mejorar sus condiciones de viviendas, a través del microcrédito, impactando el objetivo de reducción de las desigualdades (ODS 10).

Todas estas cifras revelan que la financiación de emprendedores en líneas de vulnerabilidad es un motor de desarrollo inclusivo y sostenible, y, por supuesto, un canal para seguir avanzando en la consecución de los objetivos. El logro de la hoja de ruta al 2030 es, sin duda, una responsabilidad compartida para construir un mundo mejor y con menos desigualdades. Microserfin, por su parte, seguirá comprometida con impulsar el sector de las microfinanzas como instrumento de los ODS, porque la meta es avanzar para no dejar a nadie atrás.

(*) Gerente general de Microserfin, entidad del Grupo Fundación Microfinanzas BBVA.