Noviembre, Mes de la Patria

Noviembre en nuestro país es un mes particularmente importante, pues nos brinda ocasión para celebrar nuestras Efemérides Patrias. Noviembre es siempre un mes interesante, pero este año ha sido fuera de serie con nutridos desfiles, ‘Black Friday’ y ‘Black Sunday’, la Ciudad de Panamá rivalizando a la gran Venecia con sus calles convertidas en verdaderos ríos y lagunas, el tráfico peor que nunca, el crimen y robo rampante, las nuevas elecciones con el fiscal electoral ausente; pero, más que todo, este Mes de la Patria ha resultado extraordinario al salir a la luz pública revelaciones de los medios de probables enriquecimientos indebidos por notables figuras del Gobierno anterior, constando algo que era secreto a voces durante la administración pasada.

Las revelaciones de los medios de cuantiosas fortunas, huérfanas de explicaciones, de los exfuncionarios del Gobierno Martinelli, Ferrufino y Guardia, opaca lo revelado en el caso Moncada Luna. Y cada día crecen revelaciones y aumentan montos. Pero aún más bochornoso es el hecho de que las revelaciones apuntan a operaciones fraudulentas cometidas a instituciones estatales de ayuda y responsabilidad social hacia los panameños más necesitados; lo que de probarse ciertas, el delito es aún peor, pues significaría robarle el pan, literalmente, al más necesitado. Esto no tiene perdón de ninguna naturaleza, ya que robarle al necesitado es el acto delictivo más vil que se pueda cometer. ¡Que les caiga todo el peso de la Ley de ser cierto todo lo revelado!

Como viejo banquero, no me cuadran los montos de los prestamos concedidos por particulares y bancos a los mencionados funcionarios con base a sus salarios. Al menos que sus declaraciones patrimoniales revelen otras fuentes de fondo legítimas que demuestren tener suficiente capacidad de pago. De ser así, enhorabuena. Además, debo presumir que los bancos ejercieron debida diligencia al investigar origen de fondos y beneficiarios finales al aceptar depósitos por ingentes sumas de dinero relacionadas con los mencionados funcionarios, como revelan los medios y su correspondiente reporte a la UAF.

Sin embargo, la osadía en acumular y exhibir tanta riqueza por estos señores a luz pública, sin tapujos y sin tener un conocido historial de previa riqueza familiar o personal, en un país tan pequeño donde todos nos conocemos y es difícil guardar secretos, me causa mal sabor. Lo interpreto como un desprecio de estos señores hacia nosotros, resiento que nos tomen de pendejos, que ‘aquí no pasa nada’ y que estaban convencidos de que seguirían engañándonos por cinco o diez años más. Pero, se equivocaron de la manera más burda. Ahora nos toca a los pendejos marcar el paso de la Ley.

Además, dineros mal habidos por el monto que revelan los medios y el valor de mercado de las múltiples propiedades adquiridas por estos señores, no se hacen de manera solitaria, necesita múltiple colaboración, requiere de cómplices, dentro y fuera de la administración pública. Basta recordar que todo acto de corrupción requiere corruptores, ‘amigos’, encubridores, ‘prestanombres’ y mucho ‘salve’ y ‘repartición’ para tapar bocas. En esos actos hay más gente involucrada; solo hay que encontrarlas.

Por el otro lado, ante el mar de corrupción que navegó la nave del Estado en el Gobierno anterior, muchas empresas extranjeras y locales fueron especialmente favorecidas con contratos de obras de varios miles de millones de dolares, estas empresas deben rendir cuenta del manejo probo de sus contratos. Lo ideal es que lo hagan voluntariamente ante la faz pública y si no lo hacen que el Gobierno se los exija u ordene sus áuditos por la Contraloría. No pueden pasar agachadas. A las extranjeras que les hemos brindado hospitalidad y oportunidad de generar ganancias, exigimos respeto y transparencia, deben rendirnos cuentas.

Al cerrar, quiero hacer público mi agradecimiento como ciudadano al presidente Varela por los nombramientos de Guido Rodríguez y Angélica Maytín en dos puestos claves en la lucha contra la corrupción y mal manejo de los fondos públicos. Renace mi esperanza de que avanzamos hacia un Nuevo Panamá.

Conozco a Guido y su procedencia familiar desde su adolescencia, puedo dar fe de su integridad y honestidad, estoy seguro de que se alzará ante el reto. Conozco a Angélica por su trayectoria pública que la avala para su nuevos retos. Felicitaciones a ambos y duro contra la corrupción.

*BANQUERO Y EXDIPLOMÁTICO.