‘Make America Healthy Again’

En estas últimas semanas de campaña política en Estados Unidos ha surgido un nuevo eslogan: “Hacer que Estados Unidos vuelva a ser saludable” (MAHA, por siglas en inglés). El expresidente Donald Trump adoptó este mensaje tras el anuncio de Robert F. Kennedy Jr. que lo respaldaría. Y desde entonces, Trump se ha concentrado en un plan para tener alimentos seguros y poner fin a la epidemia de enfermedades crónicas.

Éste no es el mensaje que Trump había transmitido en sus mítines anteriores. Pero la gente está entusiasmada y de hecho el mensaje se ha viralizado en todas las redes sociales con distintivos alusivos a #MAHA.

El propio Kennedy publicó la semana pasada un artículo de opinión en el Wall Street Journal describiendo lo que podría significar una agenda MAHA, que incluiría la prohibición de bebidas azucaradas y alimentos procesados del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP); reformas de los subsidios agrícolas; y una renovación de la regulación de agroquímicos, entre otras cosas.

Los políticos pueden decir muchas cosas, por supuesto, pero es importante centrarse en lo que realmente hacen. Dado que Trump fue presidente durante cuatro años, tenemos un historial que analizar, y va en contra de casi todas las prioridades de MAHA. Bajo la administración Trump, el USDA relajó los estándares de nutrición escolar y la EPA revocó la prohibición del clorpirifos, un pesticida que se ha relacionado con problemas neurológicos en los niños. No recuerdo ningún interés en tomar medidas enérgicas contra los productos químicos alimentarios, ni los PFAS u otros químicos tóxicos. No hubo medidas para prohibir las sodas o los alimentos procesados del SNAP, ni esfuerzos para cambiar los subsidios agrícolas para centrarse en la producción de frutas y verduras.

Simplemente, la administración Trump hizo básicamente lo que la industria le pidió que hicieran. Por eso es risible pensar que un segundo período sería diferente. Hay razones para ser escépticos sobre todo esto, especialmente sabiendo que Trump es un ávido consumidor de Coca-Cola Light y comida rápida.

Pero si Trump es elegido nuevamente, es posible que la influencia de Kennedy se extienda a agencias claves como CDC, HHS, FDA y USDA. Sin duda, Kennedy estará en el equipo de transición y determinará quién termina ocupando puestos clave en todo el gobierno. Un actor importante en todo esto es la abogada Nicole Shanahan, quien fue compañera de fórmula de Kennedy antes de que su campaña fuera suspendida y es una las impulsoras más fuertes de MAHA. El mes pasado publicó un vídeo en X explicando su opinión sobre lo que significa MAHA y que ha sido visto al menos 10 millones de veces.

No estoy seguro de dónde se originó el slogan MAHA, pero pienso que fue Nicole Saphier, médica y comentarista de Fox News, la que se refirió a MAHA en 2020 tras la debacle del COVID y la gran crisis de salud que costó miles de millones de dólares. También recuerdo que la cadena de ensaladas “Sweetgreen” utilizó el término MAHA en 2016 para promover los alimentos integrales y la alimentación de temporada. Independientemente de quién lo haya usado la primera vez, no hay duda aquí que se trata de un realineamiento político. Parece que los temas de salud y bienestar público, relegados por muchos años, son ahora una tendencia impulsada tal vez en parte por la pandemia y la desconfianza en las agencias gubernamentales. También porque cada vez vemos a más innovadores de Silicon Valley, ejecutivos de Madison Avenue y políticos de K Street saltando del vagón libertario y criticando a la industria alimentaria, las grandes farmacéuticas y los gobiernos por el mal manejo que le han dado a estos temas.

Por un lado, en otros tiempos, estos temas eran más característicos de la izquierda. Las diatribas del senador Bernie Sanders contra los fabricantes de comida ultraprocesada y medicamentos, por ejemplo, realmente no son tan diferentes de las de Kennedy. O las del senador Cory Booker que ha señalado desde hace varios años sobre las crecientes tasas de enfermedades relacionadas con la dieta y ha criticado las grandes corporaciones dentro de la industria alimentaria.

Y, por otro lado, los republicanos solían optar por un enfoque más desregulador y de gobiernos más pequeños. Hoy en día, sin embargo, ideas como incentivar una alimentación saludable, regular los aditivos químicos o incluso tomar medidas enérgicas contra los alimentos procesados resuenan en todos los partidos de una manera que antes nadie lo hubiera imaginado. Lo cierto es que los políticos están aprovechando estas circunstancias donde el enojo general contra el status quo es tan grande que ha llegado a un punto de inflexión y llevado el tema a las urnas. Ojala esta vez, sea quien gane el próximo 5 de noviembre, los problemas sobre las enfermedades crónicas y la dieta estadounidense pasen de la arena política a la esfera de soluciones.